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La frontera que Finlandia y Suecia modificaron por un faro y error de cálculo

El mapa geopolítico del mundo está salpicado de curiosas historias que justifican divisiones insólitas o surrealistas de territorios, que es precisamente lo que sucede en una remota isla en el mar Báltico.

Isla de Märket.

Es una de las fronteras más extrañas del planeta. Sin discusión. Para algunos es una roca en medio de la nada, pero lo cierto es que provocó que Suecia y Finlandia ingeniaran la forma de trazar una división para que todos quedaran satisfechos. Hablamos de la isla de Märket, que cuenta con una superficie de 0,03 km² y está ubicada en el mar de Åland, un mar intracontinental enmarcado en el Báltico.

Lo que convierte en especial la isla es su faro. No hay más. Salvo focas. Construido por iniciativa finlandesa e inaugurado en 1885 para resolver los frecuentes naufragios en la zona, sus promotores cometieron un pequeño error de cálculo: lo levantaron en territorio sueco. Obviamente, la única solución para satisfacer a ambos países escandinavos era mover la frontera.

El faro de la discordia.
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El faro de la discordia.Niklas Sjöblom

Y eso estuvieron discutiendo durante los siguientes cien años hasta que en 1995 se pusieron de acuerdo para que Finlandia tuviera su faro y Suecia la parte proporcional de territorio que antes pertenecía a su vecino. Pero si insólita es la solución, no menos curioso es el hecho de que en función de la zona en la que estés, el huso horario varía. Si estás en Suecia, toca retrasar la hora. Si estás en Finlandia hay que adelantarla. Mágico.

La curiosa frontera de la isla de Märket.
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La curiosa frontera de la isla de Märket.Wikipedia

En cualquier caso, la isla de Märket estuvo habitada continuamente desde su construcción hasta que el faro fue automatizado en 1977. Desde entonces, la estructura se fue deteriorando por la humedad, las temperaturas fluctuantes y el viento lo que motivo que en n 2007, la Sociedad finlandesa de faros se hiciera cargo de su rehabilitación.

Y si alguien se pregunta si se puede visitar la isla, la respuesta es afirmativa. Tanto a bordo de embarcaciones privadas como utilizando determinados servicios turísticos, es posible admirar la belleza de tan recóndito lugar, que además es un punto estratégico para científicos encargados de investigar sobre la fauna o todo lo relacionado con el cambio climático.