LA ISLA DE LAS TENTACIONES

Los perfiles psicológicos de los protagonistas de 'La isla de las tentaciones 3'

La psicóloga y sexóloga Lara Ferreiro ha analizado el tipo de relación que tienen las parejas formadas por Diego y Lola, Jesús y Marina, y Manuel y Lucía.

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Los perfiles psicológicos de los protagonistas de 'La isla de las tentaciones 3'

‘La isla de las tentaciones 3’ está dando mucho de qué hablar. Solo se han emitido seis programas de la nueva temporada y las relaciones en Villa Playa y Villa Montaña están que arden. Varias parejas ya se han roto y otras penden de un hilo. En el programa de este jueves comprobaremos qué ocurre con la pareja formada por Diego y Lola, que la semana pasada se vio las caras en la primera hoguera de confrontación de la presente edición.

Marina y Jesús viven sus respectivos romances con los solteros de sus villas, lo mismo que hace Manuel con Fiama, mientras Lucía se arrepiente de haberle perdonado en el pasado. Raúl empieza a dudar de las confianzas de Claudia con Toni y la relación entre Hugo y Lara parece que es la que más futuro tiene.

Lara Ferreiro, psicosexóloga oficial de la plataforma de citas Ashley Madison, ha analizado los perfiles psicológicos de las tres parejas del momento en ‘La isla de las tentaciones’: Diego y Lola, Jesús y Marina, y Manuel y Lucía.

La pareja enredadora: Diego y Lola

Como explica Lara Ferreiro, “Lola es una persona impulsiva, frágil, más débil psicológicamente que Diego. También tiene un lado manipulador y es capaz de mentir para conseguir sus objetivos. No sabe afrontar sus problemas y al final acaban explotándole en la cara”. Esta parte de Lola la hemos podido ver en los últimos programas. Precisamente, la semana pasada mentía a sus compañeros sobre lo ocurrido con Carlos bajo las sábanas.

Ella misma ha reconocido que no sabe lo que le está pasando en la casa que al final “siempre acaba cagándola”. No sabemos cómo terminará la hoguera de confrontación con Diego, pero es verdad que a Lola se le han acumulado los problemas en ‘La isla de las tentaciones”.

“Diego pone todo el peso de la responsabilidad de la relación en Lola. Diego se justifica sus actos como reacción o consecuencia a lo que ha hecho Lola. Se ve como una víctima de ella, ‘me ha forzado a cruzar el límite’. Argumento puramente narcisista e infantil”, detalla la psicóloga.

“El ego de Diego se engorda cuando ve el arrepentimiento (momentáneo) de Lola respecto a lo que pasó con Simone, le duró poco. Ella verbalizó ‘he roto con Simone’, frase que dice que se engancha fácilmente a lo que venga, idealiza las relaciones y no puede romper algo que no había empezado”, añade Lara.

Para la psicosexóloga de Ashley Madison, la pareja formada por Diego y Lola tiene el perfil de relación en la que falta la comunicación. No saben trasladarse lo que necesitan y eso genera malentendidos entre ambos.

“La relación era frágil antes de entrar por el carácter infantil de ambos y los planes de futuros de tener hijos eran puras ilusiones basadas en una idealización de lo que representaría para ellos tener hijos pero sin saber realmente lo que representa”, concluye Lara sobre ‘la pareja enredadora’.

La pareja vengadora: Jesús y Marina

Marina comenzó en la isla su historia de amor con Isaac (Lobo) tras cinco años de relación con Jesús. Tras ello, su ya exnovio decidió comenzar a conocer a Stefany, una de las solteras del programa que inicialmente tuvo un pequeño romance con Manuel.

“Para Marina comprobar en cada hoguera que Jesús no merece la pena como pareja, le da tranquilidad y justificación para seguir viviendo su pasión caribeña con Isaac. Lo que Marina siente por Isaac es real, mientras que Jesús actúa más por venganza, no tanto porque tenga sentimientos reales hacia las tentadoras”, explica Lara.

La pareja narcisista e ingenua: Manuel y Lucía

Por último, tenemos a la pareja formada por Manuel y Lucía. Él ya ha engañado a su novia con dos solteras: Stefany y Fiama. Lucía ha llegado al punto de no querer ver más imágenes sobre la aventura de Manuel en Villa Playa.

“Manuel es el pavo real que quiere manejar el corral y no está teniendo actitudes elegantes hacia Lucía. Se prioriza a sí mismo por encima de todo. No le importa el daño que pueda estar infligiendo a su novia Lucía y denota muy poca madurez en sus actos con frases como: ‘viendo que no le han dolido mis imágenes, ahora voy a seguir haciendo lo que me de la gana’”, detalla la psicóloga. .

“Es un evitador del sufrimiento y no tiene ningún tipo de culpa o arrepentimiento de sus actos. Su palabra no vale nada y es capaz de enloquecer a su pareja con sus falsas promesas de amor. Manuel demuestra actitudes contradictorias entre lo que siente y lo que dice”, explica Lara Ferreiro.

“Lucía es ingenua por naturaleza. Ella confiaba que Manuel se arrepintiese por la doble infidelidad, pero es una esperanza que no llega. Ella se ha hundido psicológicamente desde que se enteró de los engaños de Manuel. Lucía tiene rasgos de dependencia emocional, no sabe poner límites y siente que ha perdido tres años de su vida al haber estado con él”, cuenta la sexóloga de Ashley Madison.

“Manuel se siente como ‘el macho alfa’, se considera el premio y el ganador de su relación con su novia Lucía pero con la tentadora Fiama, Manuel es el títere”, concluye Lara Ferreiro.