El recuerdo más doloroso de Ana Obregón sobre su hijo Álex Lequio
La actriz ha rememorado de mano de un desgarrador mensaje el último verano que pasó con el joven, que falleció hace tres meses, de vacaciones en Mallorca.
A mediados de mayo, Ana Obregón enfrentaba el golpe más traumático de su vida al perder a su hijo Álex a manos del cáncer. Tras una encarnizada lucha de varios años contra la enfermedad, el empresario de 27 años no pudo finalmente superar esta y falleció en un hospital de Barcelona acompañado por sus dos padres: la intérprete y Alessandro Lecquio.
Desde entonces, Obregón ha utilizado sus redes sociales para recordar al joven a menudo. La última publicación que le ha dedicado, hace tan solo unas horas, bucea en sus recuerdos del pasado verano, el último que compartió junto a su hijo en Mallorca y en el que ambos disfrutaron de 'El Manantial', la casa familiar que el padre de la artista construyó en los 70 y que se ha convertido en su refugio personal durante esta época tan difícil.
La foto que ha compartido Obregón en Instagram fue tomada hace exactamente un año, y en ella aparecen Álex, los padres de la actriz, Ana y Antonio, y ella misma, acomodados en un sofá de la bonita terraza de la vivienda. "Antes me hacía ilusión cuando mi móvil me recordaba 'tal día como hoy...' Ahora llevo horas mirando esta foto entre lágrimas desde mi retiro, sentada al atardecer en el mismo sofá mirando al Mediterraneo", empezaba el conmovedor mensaje de Obregón, "la hicimos tal día como hoy hace un año, oliendo el mismo mar, mirando hacia un futuro maravilloso con las buenas noticias de salud de mi hijo".
La intérprete se ha referido también al dolor "indescriptible" que le causa saber que esa imagen no podrá volver a repetirse, y explica que su decisión de postearla públicamente se debe a su deseo de recordar a todos sus seguidores una frase que solía decir el propio Álex: "Lo más importante de esta vida y lo único que al final de tus días te llevas son el tiempo y el amor que dedicas a las personas que quieres".
Al final de su texto, Obregón ha manifestado que "nada ni nadie, ni siquiera su partida, me van a quitar los infinitos momentos de amor que mi hijo me regaló y su lección de vida. Y esto es lo único que alivia un poquito mi dolor por la eternidad de su ausencia y su dolor por no estar aquí".