Sharon Stone cuenta su experiencia tras ser electrocutada

Sharon Stone ha quedado inmortalizada dentro del imaginario colectivo como la mítica asesina en serie Catherine Tramell, de la película 'Instinto Básico', y su célebre cruce de piernas en la escena de la comisaría sigue formando parte de ese exclusivo club de los momentos más inolvidables del cine. La intérprete, de 62 años, lanzará este año su primer libro de memorias, 'The Beauty of Living Twice', en el que, presumiblemente, hará un interesante recorrido no solo por su trayectoria cinematográfica, sino también por su vida personal.

Y es que el ámbito privado de Stone ha estado marcado desde hace años por un suceso traumático que a punto estuvo de mandarle al otro barrio: en 2001 sufrió una aneurisma potencialmente mortal que al margen de dejarle severas secuelas durante un tiempo, la obligó a rehipotecar su casa y a tener que pelear con fiereza por mantener su lugar en la industria de Hollywood. Pero ayer, en una charla con Brett Goldstein para el podcast Films To Be Buried, Stone reveló que aquel no fue el único momento de su vida en el que estuvo cerca de la muerte.

Según narró en la entrevista (sin especificar cuándo exactamente tuvo lugar el episodio), en una ocasión sufrió una brutal descarga eléctrica tras recibir el impacto del rayo de una tormenta. Al parecer, Stone se encontraba en la cocina de su casa, llenando el depósito de agua de la plancha, cuando en el exterior el cielo empezó a atronar. Y antes de que pudiera darse cuenta, la actriz fue electrocutada.

Así contaba en detalle la vivencia: "Estaba en casa. Teníamos nuestro propio pozo. Estaba llenando la plancha de agua, y tenía una mano en el grifo y otra mano en la plancha, y el rayo cayó sobre el pozo y la electricidad se expandió por el agua". La potencia de la onda eléctrica la arrojó al otro lado de la cocina, estampándola contra el frigorífico. De hecho, como ha recordado, se quedó inconsciente y fue su madre, que se encontraba con ella en la casa, la que se vio en la tesitura de reanimarla propinándole una bofetada en la cara.

"Estaba en un estado realmente alterado", explicó Stone, "no sé cómo describirlo, un estado brillante". Evidentemente, tras el incidente, las dos mujeres acudieron a toda prisa al hospital para que los doctores pudieran examinar a la actriz. "El electrocardiograma mostró toda la electricidad que había en mi cuerpo", agregó. Afortunadamente, tras diez días de chequeos médicos continuos, Stone pudo volver a la normalidad y reducir el episodio a un mal recuerdo y a una anécdota de lo más alucinante y extrema.