Ilie Nastase se casa con su quinta esposa, una mujer 30 años más joven que él
El controvertido tenista rumano ha vuelto a pasar por el altar a sus 73 años después de haber sido acusado de machista y racista.
El exnúmero uno del mundo Ilie Nastase ha vuelto a pasar por el altar y se ha casado a sus 73 años con su quinta mujer. El extenista rumano le ha dado el 'sí, quiero' a Ioana Simion, 30 años más joven que él, en una ceremonia "simple y hermosa" celebrada en el resort Mamaia ubicado en Constanta, en Rumanía. Acompañados de sus amigos y familiares han dado un nuevo paso en una relación que comenzó en septiembre de 2018 y que tuvo su punto máximo en abril del año pasado cuando se casaron por lo civil a la espera de hacerlo por la iglesia.
"No hicimos nada especial. Salimos de la iglesia y comimos en un restaurante. Era simple y hermoso, eso es lo que queríamos hacer, con pocas personas, sin publicidad. Es lo que mi esposa quería", explicó ante los medios locales. Así, certificó su enlace con la joven de 43 años con la que empezó a salir poco después de divorciarse de su cuarta mujer. Cabe señalar que Nastase estuvo casado con Dominique Grazia entre 1972 y 1980, y después con Alexandra King, Amalia Nastase y Brigitte Sfat. Fruto de sus matrimonios han nacido cinco hijos.
El rumano alcanzó lo más alto del ranking en 1973 y en su palmarés cuenta con dos torneos de Grand Slam en categoría individual, tres más en dobles y otros dos en dobles mixtos, pero en los últimos años está siendo noticia habitualmente por su carácter controvertido y por sus salidas de tono.
En 2017 fue expulsado del estadio durante un partido de la Fed Cup y fue tildado de machista por sus comentarios contra Johanna Konta y contra la reportera Eleanor Crooks. Esos mismos insultos contra ambas mujeres fueron los que causaron que se le prohibiera la entrada en el torneo de Wimbledon de ese mismo año, a pesar de haber sido campeón sobre la hierba inglesa en tres ocasiones, ninguna de ellas en individual.
Pero sus improperios no estuvieron dirigidos únicamente a las mujeres, sino que también tuvo proposiciones sexuales, ataques racistas y continuas faltas de respeto para tenistas, jueces y periodistas. Por ejemplo, trató de 'bromear' con el color que tendría el hijo de Serena Williams durante el acto de presentación de la Copa Federación en la que actuaba como capitán de Rumanía: "Veremos qué color tiene. ¿Chocolate con leche?". Y no fue la única, pues poco después le preguntaría el número de habitación a la capitana de la otra selección.