El increíble sistema de seguridad de Wayne Rooney en su nueva casa: túnel y búnker

Wayne Rooney ya ha dado el adiós definitivo a su paso por Estados Unidos. El delantero ha estado jugando en el DC United desde el verano pasado, y como viene siendo costumbre en su historial, no han faltado, en paralelo a sus compromisos profesionales, los escándalos relativos a su vida personal. Pero el británico está ahora dispuesto a empezar de nuevo en su tierra natal, y a partir de enero se incorporará al Derby County como jugador y entrenador asistente.

 Así pues, el delantero y su familia ya están edificándose una mansión de lo más lujosa en el condado de Chesire. El coste de la residencia es más que suficiente para hacerse una idea de su exclusividad, y confirmar el hecho de que el jugador no está reparando en gastos: 20 millones de libras (más de 23 millones de euros) Sin embargo, al margen de esta cifra estratosférica, lo que resulta más impactante es la cantidad de instalaciones de seguridad, algunas de ellas ciertamente singulares, que el futbolista está poniendo a punto en el que pronto será su nuevo hogar.

Según han informado varios medios ingleses como The Sun o el Daily Mail, los trabajadores encargados de la construcción de la vivienda han revelado que están trabajando en la excavación y acondicionamiento de un túnel subterráneo con un búnker adjunto, que permitiría a la familia refugiarse, o incluso escapar si fuera necesario, en caso de que sufrieran algún atraco o una invasión no deseada en la propiedad.

Los detalles de estas extremas medidas de seguridad revelan además que el búnker está dotado de una habitación con WC, cocina, cámaras de vigilancia e incluso Wifi. El túnel, por otro lado, estaría directamente conectado con el garaje y en él se dispondría un coche eléctrico que facilitaría la huida de Rooney y de los suyos bajo tierra si se diera el caso de una emergencia.

Las razones por las que el delantero se ha decidido a instalar este sistema de seguridad tan sofisticado estarían directamente relacionadas con el intento de robo que sufrió su familia en el año 2016 en la casa en la que residían por entonces, en la localidad de Prestbury.

Desde entonces, Coleen, la esposa del futbolista, habría estado viviendo en un continuo temor a que pudiera repetirse un seuceso parecido. La pareja tiene cuatro niños pequeños y su protección se encuentra en lo más alto de su lista de prioridades, motivo por el cual han apostado por convertir su futuro hogar en una fortaleza inexpugnable.