Wanda Nara se sincera en L'Équipe: "Me critican porque es lo más fácil de hacer"
La agente de Mauro Icardi detalla cómo fueron los inicios de su relación con el delantero y asegura que renunciaría a su cargo si él se lo pidiese.
Wanda Nara ha disfrutado de unos días de relax junto a su pequeña Isabella en Tailandia y se ha encargado de mostrar las múltiples anécdotas que ha vivido a través de su perfil de Instagram. Pero ya de vuelta a Milán, la argentina ha enseñado con orgullo que saldrá en la portada de L'Équipe después de concederles una entrevista en la que desgrana los comienzos de su relación con Mauro Icardi, delantero del Inter que está en el mercado tras la llegada al banquillo nerazzurri de Antonio Conte.
La agente del futbolista ha sido señalada en muchas ocasiones como la culpable de los problemas que ha vivido el vestuario del conjunto italiano durante la presente temporada, con continuos enfrentamientos y un distanciamiento que se podía palpar en los partidos. Sus declaraciones en sus apariciones en la televisión del país no sentaron demasiado bien en algunos sectores del club, e incluso Icardi perdió la capitanía y posteriormente su sitio en el equipo. Para su consuelo, el ariete regresó al grupo hace unas semanas, aunque una temporada tan complicada le ha privado de estar en la convocatoria de Argentina para la Copa América que arranca el próximo fin de semana.
La "rubia atómica", como la describen en el diario francés, ha sabido diversificar su actividad y en la actualidad, además de representante, colaboradora de televisión y jefa de World Marketing Football, ejerce como influencer gracias a sus más de 5 millones de seguidores en Instagram. Semejante cifra la convierte en una de las mujeres más populares del mundo del deporte, por detrás de Ronda Rousey (12,4 millones), Serena Williams (11 mill.) y Alex Morgan (5,8).
En las fotografías que publica en las redes sociales muestra con devoción el amor que siempre hacia Mauro y hacia su familia, compuesta por tres niños de su relación con Maxi López y dos niñas ya con el delantero del Inter. El comienzo de su historia de amor siempre ha estado rodeado de una gran polémica, puesto que Mauro y Maxi eran compañeros en la Sampdoria. "Tenía 26 años cuando me divorcié. Estaba en Sicilia y mis dos últimos hijos aún eran muy pequeños. Mauro se hizo amigo mío y terminamos juntos sin darnos cuenta, a pesar de que tenía seis años menos que yo y parecía poco probable que pasase. Desde el primer momento me dijo que no quería jugar conmigo, que quería una relación seria", destacó Wanda para L'Équipe.
Desde entonces han mantenido una hermosa relación de la que han nacido Francesca e Isabella, un romance que se ha visto complementado por el papel de la argentina como agente del futbolista. "A menudo me consulta y me pide consejo sobre sus decisiones y luego me dice: 'Sigue haciéndolo tú'. Siendo su esposa no tengo interés en ganar dinero a sus espaldas, a diferencia de otros. Tanto es así, que he pospuesto mi comisión. Podría sentarme en casa sin hacer nada, pero no sería un buen ejemplo para mis hijos. ¿Por qué me critican? Porque es lo más fácil de hacer".
Sin embargo, verse señalada por los propios aficionados del Inter de Milán es algo muy doloroso, y más cuando es acusada de debilitar el rendimiento del delantero. Aún así, ella no dejaría la representación del argentino salvo que él así lo deseara: "Si un día Mauro me pidiera que renunciara a ser agente, lo haría", destacó.