PESADILLA EN LA COCINA

El Zamora, el restaurante que pudo con Alberto Chicote

Por primera vez en la historia de 'Pesadilla en la cocina', Chicote no aguantó el trato de una propietaria y se marchó antes de acabar

Alberto Chicote se fue del restaurante El Zamora en Pesadilla en la cocina

El Zamora se convirtió anoche en un restaurante famoso por ser el primero que ha conseguido sacar de quicio a Alberto Chicote. Y todo gracias a la actitud de su propietaria Sole, que hizo que el conductor de 'Pesadilla en la cocina' colmase su paciencia.

Su mala relación comenzó cuando el cocinero la reprochó que generaba un ambiente tóxico que dificultaba el trabajo de sus empleados, y que además provocaba que los clientes no estuviesen cómodos.

Sole no aceptaba ninguna de las críticas que le hicieron. Ni de sus trabajadores, ni tan siquiera de Alberto Chicote, al que renegaba una y otra vez con malas caras y contestaciones.

Chicote se lo demostró a Sole

Tras la reorganización de la cocina, Sole pasó a ayudar pasando las comandas. Pero se equivocó una y otra vez, y Chicote le demostró que ella era la que peor estaba haciendo su trabajo.

Con una actitud mucho más calmada al ver que era ella la que no sacaba el trabajo adelante, Chicote la llamó para hablar con ella, pero ésta optó por obviar lo que decía y no hacerle mucho caso, lo que colmó la paciencia del cocinero: "¿De verdad tú quieres que esté aquí contigo?".

Después de que la dueña le asegurara, en tono burlón, que ella ha demostrado su valía habitualmente, Chicote le repitió: "Si quieres que me vaya ya yo te dejo tranquila enseguida. No tengo problema". Sole contestó: "No he dicho lo contrario". Y el chef tomó la decisión: "¿No me vas a decir lo contrario? Pues vale, que os vaya bien", dijo mientras se despedía.

El Zamora se queda a su merced

Tras salir por última vez del restaurante, Chicote habló brevemente con las cámaras para desearles toda la suerte del mundo, pero dejando claro que si Sole no cambia su actitud, veía un futuro muy difícil.

El chef afirmó irse con "la satisfacción del trabajo bien hecho", explicando que él había hecho todo lo que ha podido.

Sole, lejos de pedir perdón o rectificar, asegura al final que "Le dije a Chicote que se fuera porque estaba hasta las pelotas o lo que fuera. Yo trataba de evitar el enfrentamiento con él. Y al final pues pasó lo que pasó, que lo mandé a paseo".