Sara Sorribes se ha convertido en los últimos tiempos en una jugadora incómoda para sus rivales. Juega con mucha paciencia, desde su saque de mecánica lenta que inquieta, hasta su tranquilidad para poner muchas pelotas en juego, usar con acierto el revés cortado y resolver los puntos con salidas inteligentes e inesperadas. Así fue como este miércoles venció por un doble 6-3 en 1h:36 a Leonie Kung en Guadalajara (México) para meterse de nuevo en los cuartos de final de un torneo WTA, en este caso de categoría 250.

Ya alcanzó la misma ronda a principios de este año en Abu Dabi, y a finales del pasado en Ostrava y Praga. Esta vez tiene una muy buena oportunidad de avanzar un paso más si gana el jueves a su próxima oponente, que será una tenista con peor ranking que el suyo: la canadiense Leylah Fernández (87ª) o la australiana Astra Sharma (115ª). Gracias a su última victoria, la castellonense es virtualmente la número 68 del mundo y adelanta a otra española, Paula Badosa (70ª), en la clasificación.

Contra Kung, Sorribes falló poco, sobre todo en un segundo set magnífico. En el primero sufrió de salida, cuando encajó un break en su primer servicio, igualó,, se puso por delante de la suiza de 20 años y 157ª y vio como está nivelaba de nuevo el marcador. El quiebre definitivo llegó en el 5-3 y sara supo sufrir para cerrar el parcial levantado dos pelotas de rotura. En la segunda manga, no hizo concesiones con su saque y rompió dos veces el de Kung. Todo fue mucho más fácil para ella, cada vez más cargada de confianza.    

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