TENIS

Alarma en la ATP: Djokovic, en contacto con un jugador del Partizan con coronavirus

El número uno del mundo acudió a un acto con Nikola Jankovic, cuyo equipo ha confirmado su positivo. Todo, en plenas discusiones sobre la seguridad en la ATP...

MARKO DJURICAREUTERS

Novak Djokovic no tuvo una semana demasiado afortunada en el retorno a su país, Serbia, para volver a disfrutar del tenis en el Adria Tour, la gira que organizó con jugadores balcánicos y en la que participaron también el alemán Alexander Zverev, el búlgaro Grigor Dimitrov y el austriaco Dominic Thiem, que terminó como campeón en la etapa de Belgrado.

Este lunes trascendió que durante el homenaje al exjugador y entrenador de baloncesto Dejan Milojevic, Djokovic estuvo en contacto con un jugador del Partizán, Nikola Jankovic, que dio positivo por COVID-19, según confirmó su equipo. Fue uno de los actos públicos a los que acudió el número uno del mundo en las jornadas previas a su torneo, sin ningún tipo de medida sanitaria, con público, ausencia de mascarillas y poco respeto por la distancia social en una zona no demasiado castigada por la enfermedad (253 fallecidos).

Así fue el Adria Tour en las instalaciones del Novak Te­nnis Centre. Antes del inicio del evento, Nole recibió a abrazo limpio a sus colegas, como Dimitrov, que no supo muy bien qué hacer cuando el ganador de 17 Grand Slams se abalanzó sobre él en el aeropuerto. En la previa de la competición repitió esas muestras de cariño en una exhibición ante Jelena Jankovic, y en competición continuó con su cercanía en una cancha prácticamente repleta por 4.000 espectadores, en la mayoría de los casos sin protección, igual que los empleados, jueces, recogepelotas, tenistas y periodistas. Tras los partidos, Djokovic felicitó a sus rivales, les rodeó con sus brazos y les habló al oído. Todo esto tras haber coincidido con el baloncestista infectado, aunque él desconocía en ese momento el problema de salud de Jankovic.

El ídolo de Belgrado se emocionó y lloró al dirigirse al público el domingo, aunque no le fue muy bien tras perder el sábado contra su paisano Filip Krajinovic y conocer que Montenegro no acogerá la tercera parada del Adria porque en plena pandemia aún no deja entrar en el país a sus vecinos. Novak se quedó fuera de la final (llevaba una racha de 22 victorias en 2020), pero celebró el éxito de la competición en la fiesta que compartió por todo lo alto, entre otros, con Thiem y Zverev. Cantó y bailó sin camiseta, rodeado de gente y tocándolo todo.

Todo esto en vísperas de que se decida el futuro del tenis en 2020, con la celebración del US Open en pie, pero aún en duda, entre otras cosas por los recelos de Djokovic sobre el Grand Slam estadounidense debido a las medidas sanitarias (un solo hotel en el aeropuerto, un acompañante por jugador...) que pretende imponer la organización, y que él considera “extremas”. Ahora, la posibilidad de que pueda haber sido infectado por coronavirus añade aún más incertidumbre al pensamiento de una masa de tenistas dividida entre los que no ven nada clara la opción de que se reanude el circuito en las condiciones actuales y los que están deseando volver a competir, en su mayoría estadounidenses. El desfase de Djokovic traerá cola.

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