Djokovic indigna con su mensaje 'milagro' del poder para cambiar el agua tóxica por potable
El número 1 del mundo, que anunció su aversión a vacunarse del COVID-19, ahora escandaliza con su teoría de la transmisión de las emociones al agua.
Primero fue su aversión a ponerse una vacuna del COVID-19, luego su entrenamiento en la pista de Marbella en pleno confinamiento y ahora Novak Djokovic ha vuelto a levantar toda una polvareda de polémica con sus palabras sobre sus curiosas teorías sobre la comida, el agua y las emociones.
El número uno del mundo, que sigue en Marbella entrenándose, ha seguido escandalizando a propios y a extraños por las conversaciones mantenidas en un encuentro por Instagram con Chervin Jafarieh, un alquimista amigo suyo. Algunos ya se apresuran a afirmar que son "las cosas de Djokovic", muy aficionado a la holística, la meditación y el mindfulness, otros han tildado de "muy peligrosas" sus declaraciones. "Conozco a algunas personas que, a través de la transformación energética, a través del poder de la oración, a través del poder de la gratitud, lograron convertir la comida más tóxica, o tal vez el agua más contaminada en el agua más curativa, porque el agua reacciona a los sentimiento y a lo que tú transmitas a través de las palabras", ha afirmado Djokovic.
Las palabras de Djokovic han mostrado preocupación e indignación en el mundo del tenis. La prestigiosa comentarista de tenis Mary Carillo aseguró que las teorías del número mientras discutía con Jafarieh teorías controvertidas sobre la comida y el agua la habían dejado "muy perturbada" y las calificó como "cosas peligrosas".
"Esto es algo que no está relacionado con ninguna forma oficial de presentación de nutrición y cómo debe comer y beber", aclaró Djokovic. El serbio recuerda que algunos científicos han demostrado que "en el experimento, las moléculas en el agua reaccionan a nuestras emociones". El japonés Masaru Emoto, prestigioso doctor en Medicina, ha desarrollado diversas teorías al respecto sobre las emociones y el agua.
Djokovic recuerda la base científica de sus afirmaciones: "Vieron que si tenías pensamientos específicos, emociones específicas en el agua, si eran pensamientos felices, si eran buenos pensamientos, se creaba una estructura molecular que tenía un geoprisma basado en la geometría sagrada, lo que significaba que había simetría y equilibrio. En el extremo opuesto, cuando le das agua, dolor, miedo, frustración, ira, esa agua se romperá".
También recordó la importancia de crear un ambiente tranquilo, sin móviles y sin distracciones, durante las comidas: "Realmente creo que debemos recordar todos los días de forma continua que cuando nos sentamos, nos sentamos sin cámaras, sin teléfonos, sin mirar cosas y cosas. Evitar tener discusiones nerviosas y conflictivas en la mesa con tu entorno más cercano durante la comida. Cuando le das agua al dolor, el miedo, la frustración, la ira, el agua se romperá".