Navratilova: "Pensar en la igualdad física en el deporte es una tontería"

Martina Navratilova (Praga, Checoslovaquia, 18 de octubre de 1956) ha sido una de las mejores tenistas de la historia. Sus logros y sus gestas en las pistas le llevaron a convertirse en un mito y en un referente, tras conquistar 18 títulos de Grand Slam: (3 Abiertos de Australia, 2 Roland Garros, 9 títulos de Wimbledon y 4 US Open).

Deportista controvertida por naturaleza, en 1975 consiguió la nacionalidad estadounidense, lo que le permitió competir con Estados Unidos. En 1981 decidió hacer pública su condición sexual, convirtiéndose en la primera tenista que se declaraba abiertamente homosexual. Entonces, recuerda, sus patrocinadores cancelaron todos sus contratos y la gente la abucheaba en las canchas. Ahora cree que no ocurriría eso, sino todo lo contrario: “En absoluto. De hecho, si un jugador o jugadora de tenis saliera hoy del armario, es probable que tuviera mejores propuestas”. Jugadora con fama de reivindicativa, en una entrevista publicada en la revista Mujer de hoy, no rehúye los temas más polémicos: “Siempre voy a molestar a alguien, diga lo que diga”.

Personaje muy concienciado en la lucha de los derechos por la igualdad, no dudó en denunciar cuando el año pasado se enteró que John McEnroe cobraba al menos 10 veces más que ella como comentarista en la misma cadena de televisión la BBC. Y consiguió que “lo arreglaran” y estar en igualdad de condiciones. Pero en lo referente a la igualdad física en el deporte entre hombres y mujeres, respecto al argumento de que la ventaja física de los hombres no es biológica sino cultural lo tiene claro: “Eso he oído, que si las mujeres compitieran durante 100 años como los hombres, estarían al mismo nivel. No, no es físicamente posible. Eso ni siquiera es un argumento, es una tontería”.

Recientemente, Navratilova volvió a estar en el centro de la polémica, al defender que las deportistas trans no podían competir con deportistas mujeres por estar en clara ventaja. Sin embargo, defiende el derecho de la atleta sudafricana, Caster Semenya, nacida mujer, pero con una anomalía hormonal llamada hiperandrogenia, de competir con otras mujeres, no lo hace en el caso de las deportistas transgénero, lo que la ha situado en el centro de la polémica: “Caster nació así. Ser transgénero es diferente a padecer hiperandroginia, así que cualquier decisión que hubieran tomado no puede aplicarse a las atletas trans. No es la misma categoría. Lo de Caster es una anomalía, ella es una excepción. Mientras que cualquier hombre podría identificarse como mujer si quisiera. Bueno, por supuesto eso no va a pasar, pero es un riesgo potencial”. Hay que recordar que recientemente la IAAF determinó que Semenya deberá bajar sus niveles de testosterona para competir en pruebas de atletismo de más de 400 metros de distancia.