COPA FEDERACIÓN | GRUPO MUNDIAL II
'Huracán Georgi' mete a España en el playoff de ascenso
Georgina García ganó a Hibino (6-3, 1-6 y 6-1) y empató la eliminatoria contra Japón tras la derrota de Soler ante Nara (7-6 (3) y 6-4). Luego remató con Martínez en el dobles (6-1 y 6-3).
España se había quedado al borde del precipicio, a una derrota de perder la eliminatoria de primera ronda del Grupo Mundial II de la Copa Federación ante Japón y, por lo tanto, de tener que luchar por la permanencia. En la segunda jornada, Silvia Soler Espinosa (31 años y 190ª del mundo) jugó en lugar de Sara Sorribes, baja por una metatarsalgia en un pie, y no pudo con la rocosa Kurumi Nara (27 y 156ª), que sustituyó a su vez a la número dos nipona, Misaki Doi: 7-6 (3) y 6-4 en 1h:51. Pero acto seguido, Georgina García Pérez (26 y 161ª), la gran apuesta de la capitana Anabel Medina, volvió a salir al rescate de la Selección, como hizo el sábado después del tropezón inicial de Sorribes. Entonces ganó a Doi y este domingo hizo lo mismo con Nao Hibino, a la que fundió en tres sets duros con un marcador engañoso: 6-3, 1-6 y 6-1 en 1h:43. Después remató en el dobles para meter a la Selección en el playoff de ascenso al Grupo Mundial. Lo hizo ella, y no Aliona Bolsova (ya tendrá su oportunidad), a lo grande y con autoridad, junto a Super Mami, el nombre de guerra elegido para la ocasión por María José Martínez: la mejor sacadora y la mejor jugadora por parejas de España (16ª del ranking WTA) las dos por encima del 1,75, un muro que funcionó a las mil maravillas contra Kato y Ninomiya en el partido menos disputado del fin de semana: 6-1 y 6-3 en 68 minutos. El próximo martes se celebrará el sorteo de los partidos que se disputarán el 20 y 21 de abril, en busca de un puesto en la élite.
Soler, poseedora de un golpe natural de drive tremendo, empezó a toda máquina, con tres juegos en blanco ganados con su servicio y un quiebre con el que se puso con 4-2. Pero todo cambió después de que la ilicitana perdiera tres bolas de rotura para colocar el 5-2. Nara se vino arriba animada por sus paisanos en el Sogo Gymnastic Hall de Kita-Kyushu. Desde sus escasos 155 centímetros de altura y con una táctica tan astuta como tediosa de bolas altas al revés de su rival, ganó terreno en la pista y minó poco a poco la tenacidad de la española, que perdió seis veces sus saques a partir de ese punto de inflexión. Apretó al resto y eso le dio para forzar el desempate. Pero en esa suerte falló varios golpes y el partido se le puso cuesta arriba. Los problemas con el servicio continuaron para Silvia ante una contrincante rocosa que lo devolvía todo y atacaba con un revés más que notable. Con 3-1 en contra, la discípula del brasileño Medina remontó hasta colocar el 4-3 a su favor, pero hasta ahí llegó su empuje. Nara volvió a apuntarse un break, sacó para ganar el partido y no falló.
Georgina 'Superstar' tenía que volver a sacar las castañas del fuego a España. Y lo hizo con alegría en su salida y con un juego valiente apoyado en su saque, más propio del circuito masculino. Sin tantos aces como el día anterior (4), pero con efectividad y un juego defensivo que demuestra que no solo es una cañonera, García se llevó el primer set con un solo break en el momento justo. Parecía lanzada, pero Hibino, con un juego casi idéntico al de sus compatriotas (buen revés, solidez desde el fondo de la pista...), reaccionó para dominar por completo la segunda manga. Con 5-1 en contra, a Georgi no le convenía gastar fuerzas en una remontada imposible. Las que empezaron a flaquear fueron las de la nipona, que comenzó a dar sensación clara de fatiga después de unos cuentos intercambios largos. La barcelonesa le colocó un 4-0 demoledor en el tercer parcial y cabalgó hacía la victoria con ilusión, ante las sonrisas, la admiración y los aplausos de Medina y del resto de los miembros de la expedición nacional. García estuvo tres años retirada y volvió. El equipo lo ha agradecido ahora.
Quedaba rematar la faena en el dobles y el punto decisivo resultó ser el que menos historia tuvo. Huracán y Super Mami pasaron por encima de Kato y Ninomiya, que ayudaron con varias dobles faltas inoportunas en los primeros juegos. La potencia de la catalana se mezcló con la clase de la yeclana en un coctel que no le sentó bien a las niponas. Era la primera vez que jugaban un partido determinante del torneo y fue como si resolvieran un calentamiento amistoso. Los dos sets los abrieron con un 3-0 tranquilizador. El final perfecto a un fin de semana que debe cargar de moral al equipo femenino español, que podría ser invencible si se animan a participar en el futuro Garbiñe Muguruza y Carla Suárez.