Nadal se lía ante Basilashvili, pero se cita de nuevo con Thiem
El balear no se resintió de la rodilla derecha y ganó en cuatro sets a Basilashvili. Se enfrentará a Thiem por cuarta vez este año. Está a un triunfo de asegurar el número uno.
Rafa Nadal ha hecho este domingo lo que se llama una faena de aliño, pero con interés. Después de las preocupantes sensaciones que sintió en su rodilla derecha y que convirtieron en dramático su partido contra Karen Khachanov, su siguiente duelo en el US Open debía jugarlo con el menor desgaste posible. Nikoloz Basilashvili, dicho con todo el respeto, era el rival propicio para que el balear pasara página con rapidez y se plantase en cuartos de final. El georgiano pisaba por primera vez la cuarta ronda de un Grand Slam y el año pasado en Roland Garros se había llevado un palizón en su único duelo contra Nadal (6-0, 6-1 y 6-0). Pero esta vez compitió mejor, evitó otro escarnio y exigió más de lo esperado. Así salió de la Arthur Ashe con un honroso 6-3, 6-3, 6-7 (6) y 6-3.
Tres horas y 19 minutos más de juego en el haber de Rafa, que en cuartos se medirá con Thiem por cuarta ocasión en lo que va de curso (pro primera vez en pista dura). El austriaco evitó la revancha de la final de 2017 contra Anderson, al que superó en tres mangas (7-5, 6-2 y 7-6 (2). Si Nadal gana, retendrá el número uno haga lo que haga su más inmediato perseguidor, Roger Federer, que necesita levantar el título y que caiga su enemigo este martes para tener alguna posibilidad de volver al liderato del ranking. Su número dos ya no peligra, por otra parte.
Nadal, que acumula esta temporada un récord de 44-3, —26-1 desde mediados de mayo con una única derrota, aunque importante, la que le endosó Novak Djokovic en las semifinales de Wimbledon—, actuó con sensatez, sin forzar hasta que vio la oportunidad clara de hacerlo, pero se enredó en el tercer set. Con los ataques justos (30 golpes ganadores) y menos errores no forzados (19), en la primera manga su momento escogido fue el octavo juego. Había comenzado sacando y con la primera rotura del partido se puso 5-3 arriba y culminó con su servicio. La segunda la abrió con un break y la cerró con otro, mientras resolvía su turno con muy buenos saques.
Repunte de Basilashvili
En el tercer parcial se dejó llevar, encajó el quiebre de Basilashvili —que pese al agotamiento tiró de orgullo delante de su paisano de la NBA Zaza Pachulia—, recuperó la desventaja inmediatamente y pisó el acelerador en el desempate, pero Nikoloz le salió respondón y se las jugó todas con acierto, incluso con el revés, buscado por su rival con insistencia. Carlos Moyá, en la radio del torneo, reconoció que su pupilo había estado "pasivo", mientras que el preparador del georgiano, Jan de Witt (ex de Monfils), no sabía "cuánto físico" le iba a quedar a su chico.
El cuarto set arrancó bien para el de Manacor, con break y consolidación, pero no lo tuvo fácil contra la pertinaz resistencia de su oponente, que igualó y seguía arriesgando sin miedo hasta que el cansancio le pasó factura y por fin claudicó. Tras remontar ante Khachanov, Nadal dijo que estaría al cien por cien en el siguiente encuentro, pero se quedó algo corto. Contra Thiem tendrá que sacar el rodillo o apelar de nuevo a la épica.