Nadal tira de épica y le da una lección de coraje a Khachanov
El español, que no hizo un buen partido pero regaló golpes magistrales, remontó pese a las molestias en la rodilla derecha que le obligaron a pedir un vedaje. El ruso, sensacional.
Rafa Nadal jugará mañana los octavos de final del US Open. Dicho así parece lógico, pero el balear tuvo que tirar de su legendaria épica para salvar un partido dramático contra Karen Khachanov (5-7, 7-5, 7-6 (7) y 7-6 (3) en 4:23) en el que tuvo a todo el mundo en vilo durante muchos minutos.
Tras perder el primer set en un juego largo pese a ejecutar golpes verdaderamente magistrales, Nadal pidió que le pusieran un vendaje por debajo de la rodilla derecha. Se temía lo peor, el abandono. Su lenguaje corporal justificaba la alarma porque ni siquiera celebraba los puntos. Su cara era un poema. Pero seguía corriendo como si no hubiera mañana. Señales contradictorias que generaron una incertidumbre insoportable. Para colmo, con 5-5 en el marcador de la segunda manga tras un break del español, contrabreak del ruso y nueva rotura del número uno del mundo, comenzó a llover y el juez de silla ordenó el cierre del techo retráctil del estadio Arthur Ashe. Nadal no se enfrió y gracias a una doble falta grosera de Khachanov igualó el choque. Increíble. De una posible retirada a la hazaña de levantar un set casi perdido.
Había que rematar la remontada y no iba a ser fácil. El tercer parcial, para enmarcar por parte de los dos tenistas, se abocó a un desempate tremendo. Rafa se adelantó con un 6-3 que parecía definitivo, pero su rival salvó las tres bolas de set y luego otra más con 7-6. Pero regaló otras tres dobles faltas inoportunas y perdió la ventaja en el duelo.
Inteligencia
A Nadal le quedaba escoger un cierre y decidió actuar con astucia, poner muchas bolas al otro lado de la pista y esperar el error de un oponente con la efectividad de su servicio mermada y la fatiga aumentada por una pelea que le llegó a desesperar en esos momentos de inspiración tan irritantes del manacorí. Perdió su saque en el tercer juego y parecía abocado a una derrota inmediata con 5-4 y servicio de Nadal, pero aún le quedaba una bala en la recámara para empatar con un resto en blanco, adelantarse con dos aces y tener bola para forzar la quinta manga. Pero con el mejor punto del partido (busquen el vídeo), Rafa alcanzó otro tie-break y volvió a ganarlo. Khachanov se fue con la cabeza muy alta (66 golpes ganadores) y, además, se llevó una lección gratuita de coraje. Si su estado físico no empeora, Nadal se enfrentará al georgiano Nikoloz Bashilasvili (batió a Guido Pella), un rival quizá más asequible. Pero ese vendaje en la rodilla preocupa.