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Sabatini confiesa que perdió partidos para evitar a la prensa

"Cuando era más chica y pensaba que al ganar un torneo tenía que hablar, muchas veces perdía en semifinales para no tener que hacerlo. ¡A ese punto llegaba!", explica.

Gabriela Sabatini durante una exhibición de tenis en 2009.
ALEJANDRO PAGNIAFP

La argentina Gabriela Sabatini, exnúmero tres del tenis mundial, confesó haber perdido partidos adrede para evitar el contacto posterior con los medios de comunicación. "Cuando era más chica y pensaba que al ganar un torneo tenía que hablar, muchas veces perdía en semifinales para no tener que hacerlo. ¡A ese punto llegaba!", dijo Sabatini en una entrevista publicada hoy por el diario argentino La Nación."Era muy introvertida. Tuve algunos temas en el colegio porque era muy para adentro; a mi mamá la llamaron varias veces. Entonces, tuve que madurar y trabajar muchas cosas para, hoy en día, sentirme bien.

Me ponía muy nerviosa ese momento. Pero a la vez, era muy competitiva y me frustraba no ganar", añadió. "Por ahí perdía el primer set, cuando era chica, y tiraba el partido, porque tenía tanta bronca que no soportaba perder el primer set. Era como que no me importaba. Habían varios temas ahí y la fama para mí fue todo un tema. Todo ese lado del reconocimiento no me gustaba", continuó la campeona del US Open de 1990.

Sabatini fue una de las jugadoras más talentosas y carismáticas de los años 80 y 90, pero nunca llegó al número uno del mundo, pese a que en dos ocasiones estuvo a sólo un puñado de puntos de distancia de ganar partidos que la hubieran situado al frente del ranking mundial. "Creo que mi fama y la exposición tuvieron algo que ver con que no fuera número 1. Tener semejante fama si hubiera llegado al N° 1 también hubiese sido un tema", explicó la ex tenista de 43 años.

"Amaba jugar al tenis, lo amé desde el primer día que agarré la raqueta, estaba enloquecida. Una no sabe qué viene detrás de todo eso o con eso. Me encantaba jugar, era competitiva, quería ganar, era todo lo que sabía. En los primeros años el tenis es un juego. Después, se convierte en un trabajo".

Retirada en octubre de 1996, hace 17 años, Sabatini vive actualmente en Buenos Aires, pero viaja con frecuencia por Europa y Estados Unidos para sus negocios, entre los que se cuenta una línea de perfumes. La bicampeona del Masters e histórica rival de la alemana Steffi Graf no está satisfecha con cómo funcionan las cosas en su país. "Una es argentina y quiere lo mejor para su gente, que esté contenta, satisfecha, en paz. Y lo que menos tenemos en este momento es eso. Se siente en la calle que la gente está tensionada, irascible, agresiva a veces. Y no está bueno. Hay mucha división de pensamientos. Yo soy una persona que busca la paz y la armonía, entonces me cuesta ver todo esto, la injusticia, la hipocresía".

La preocupación social de la ex tenista viene de lejos. En abril de 2002, durante una entrevista con la agencia DPA meses después del estallido económico en su país, Sabatini confesó su impotencia. "Pienso todo el tiempo en la Argentina; constantemente pienso qué puedo hacer por mi país. Me dan rabia los políticos y la gente que miente y roba. Querría haber estado en un cacerolazo; me habría gustado salir y agarrar una cacerola ese día", explicó aludiendo a las manifestaciones populares previas a la caída del gobierno de Fernando de la Rúa en las que masas de argentinosa salieron a las calles a golpear sus cacerolas.

Sabatini, sin embargo, no lo hizo, no salió a la calle. "No podía, la fama lo complica todo. Pero lo bueno de aquel día es que gente de todas las clases sociales se volcó a las calles. Y aunque las soluciones no hayan llegado aún, creo que es bueno descargar tanta rabia y frustración".

Once años después de aquella confesión, Sabatini admitió a que recibió ofrecimientos para incorporarse a la política, pero que se negó porque no le gusta "aparecer demasiado".Lo que sí hace la extenista es apoyar económicamente a jugadores jóvenes de su país: "Lo hago desde el corazón. Por eso no me interesa darle difusión. Es mi estilo".