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Tchouameni, game over

Cuando una derrota es tan dura y evidente, señalar un solo culpable es injusto, pero es que lo del francés es, desde hace tiempo, insostenible. Ancelotti, que le tiene una fe inquebrantable e incomprensible, se empeña en ponerle de central por delante de Asencio a pesar de que es evidente que el puesto le viene grande. Entre pivote y defensa ha tenido desde su llegada más oportunidades que El Platanito... y su rendimiento está muy alejado de su fama y precio.

Es un futbolista intrascendente cuando juega en el centro de las operaciones y un cero a la izquierda cuando sale atrás. Ni le da salida limpia al balón, ni corta, ni corre. Un desastre de 80 millones de euros en el que sólo parece seguir creyendo Carletto. Habrá que ver las decisiones a corto plazo del italiano, que está siendo injusto con un canterano como Asencio para mantener en el once a un futbolista que si hubiera salido de la cantera, estaría ya cedido en un equipo menor.

Los que conviven con él en el día a día en Valdebebas afirman que es un chaval fantástico que trabaja, se cuida y está como loco por triunfar, pero el Madrid es máximo rendimiento y el francés ha dejado pasar muchísimas oportunidades. Seguir poniéndole de central es mandarle a los leones en los partidos afilados y su calidad se queda muy corta como para pensar que puede ser un mediocentro titular indiscutible en el Madrid. Toca asumir la realidad de una operación que huele a fracaso y poner en el campo a los mejores y no a los más caros.

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