Taremi lidera a un Oporto herido
Una derrota dolorosa. El Oporto, un club en el que la estabilidad es la norma en los últimos tiempos –Sergio Conceiçao está viviendo su séptima temporada consecutiva en el banquillo–, llega al duelo ante el Barcelona golpeado por un resultado que siempre duele: caer en el clásico ante el Benfica –y además con polémica–. El viernes en Lisboa decidió un gol de Ángel Di María en la segunda parte después de que los dragones resistieran durante muchos minutos con un hombre menos por la controvertida expulsión del central Fábio Cardoso –que sustituía a los lesionados Iván Marcano y Pepe–. Ahora mismo el Oporto es tercero a tres puntos del líder Sporting en una liga portuguesa que, si esto fuera una sucesión lógica, le tocaría ganarla: desde que llegó Conceiçao ha sido campeón tres veces y subcampeón otras tres, levantando el título siempre en las temporadas que acaban en año par. Obviamente se trata de una cábala, pero sirve para presentar los logros del entrenador, que nunca ha acabado por debajo del segundo puesto.
Galeno, figura en Hamburgo. Cuando se marchó Luis Díaz al Liverpool a finales de enero de 2022, el Oporto se movió rápidamente y contrató a Galeno, un brasileño que jugaba en el Braga y que poseía características similares a las del colombiano: era diestro, partía desde la izquierda y su especialidad era irse hacia dentro para disparar al palo alejado. La realidad es que, en su primer año y medio como dragón, a Galeno le ha costado hacer olvidar a Díaz, pero su inicio de temporada 23-24 promete: en la primera jornada de este grupo de Champions, en Hamburgo ante el Shakhtar, anotó dos goles y dio la asistencia en otro. Estuvo entre los mejores jugadores de la fecha en la competición y Conceiçao espera que ese sea el espaldarazo definitivo que catapulte su rendimiento en Oporto. Si el Barcelona mantiene la estructura de los últimos partidos, João Cancelo será hoy su par.
Un centro del campo debilitado. Aunque la plantilla no ha sufrido grandes cambios, dos bajas en la medular han obligado al entrenador a buscar alternativas. La más sensible, sin duda, ha sido la de Otávio. El brasileño nacionalizado portugués firmó por el Al Nassr saudí justo cuando estaba en el momento de mayor madurez de su carrera, habiéndose convertido en el principal generador de fútbol de los dragones. Y el que daba el equilibrio defensivo, el colombiano Mateus Uribe, se fue al Al Sadd qatarí. Llegó el español Nico González, pero por ahora no acaba de hacerse con el puesto de titular. Sí es fijo otro fichaje, el argentino ex de Boca Alan Varela, que está formando pareja en el medio con el canadiense Eustaquio.
Bajas en ataque. Aunque sí va a estar el mejor delantero del equipo, el iraní Taremi –que estuvo a punto de salir en verano pero finalmente se quedó–, Conceiçao echará de menos a los brasileños Gabriel Verón y Evanilson. El español Iván Jaime, que se fue del Málaga al Famalicao hace tres temporadas y ahora ha dado el salto al Oporto, competirá con Romario Baro por una posición en tres cuartos de campo. Su historia es muy parecida a la de Fran Navarro, que emigró de la cantera del Valencia al Gil Vicente y ha conseguido llegar a Dragão a base de marcar goles en primera división portuguesa.