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Otro día histórico para el tenis

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Este lunes, 3 de octubre de 2022, ha sido un día histórico para el tenis y el deporte españoles. Otro más. No ha venido acompañado de la expectación y de la emoción que produce el directo de la competición, y tampoco se ha destacado tanto en titulares, porque el suceso ya se conocía desde el pasado viernes, cuando Casper Ruud perdía en cuartos de final de Seúl. Pero ni una cosa ni la otra le resta un ápice de valor. España luce esta semana con las dos primeras raquetas mundiales: Carlos Alcaraz, en el número uno, y Rafa Nadal, en el dos. Sólo otro país, Estados Unidos, lo había conseguido antes, si bien es verdad que en varias ocasiones y con siete jugadores diferentes, aunque la última de ellas fue en el lejano 2000, con Andre Agassi y Pete Sampras. Ha llovido. Hoy, su primer tenista, Taylor Fritz, ocupa la 11ª plaza de la ATP.

El tenis masculino español conquista así un nuevo hito, en un curso especialmente fructífero, con 14 títulos con seis tenistas diferentes, tres de ellos en el Grand Slam y otros tantos en Masters 1.000. El siguiente país, otra vez EE UU, lleva seis. España es una potencia mundial. La tradición, el clima, las instalaciones, los técnicos… Todo suma. Los campeones ya no surgen por generación espontánea, como en los tiempos de Manolo Santana. Ahora los dos últimos números uno, Alcaraz y Nadal, están entrenados por otros dos números uno, Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyá. Otra prueba del referente que supone este país es que el número tres, Casper Ruud, también se ha formado en estos lares, en la Academia Nadal. El nivel general es radiante. Y no sólo está Rafa. En 2014, David Ferrer ocupó el tercer peldaño, con el balear como líder. Y en 2017, el propio Nadal coincidió como primera raqueta con Garbiñe Muguruza en esa posición de la WTA. Ahora el rey del ranking, Alcaraz, tiene 19 años, lo que asegura la sucesión. Hay pasado, presente y futuro, en un deporte con brillo y arraigo.