Merece la pena estar ahí
Miremos al Madrid, que es lo que más nos interesa. Pues parece que sólo son ventajas. Una vez más es pionero.
Es una reacción muy humana. Uno se siente mal cuando no le invitan a una fiesta, se siente rechazado, aislado. En este caso sólo hay dos opciones: llorar en un rincón o convencerse de que, en realidad, esta fiesta es un fracaso, no vale nada y que es mucho mejor haberse quedado en casa. El gran evento del fútbol mundial que se celebra en el país más potente del planeta está provocando muchos tipos de comentarios y los que están fuera, usan a sus amigos en la prensa para desprestigiar a la competición pero, en el fondo, estarían encantados de jugarla. Reconozco que tenía ciertas dudas antes de este Mundial de Clubes, sobre todo por el periodo del año en el que se está desarrollando y con el riesgo de lesiones que supone (el de hoy será el partido 67 del Real Madrid esta temporada, su más larga en 123 años de historia). Pero, ahora que estamos en los cuartos de final y que se puede hacer un primer balance, es evidente que merece la pena estar ahí.
Miremos al Madrid, que es lo que más nos interesa. Pues parece que sólo son ventajas. Una vez más es pionero (como en la Copa de Europa), gana mucho dinero, comprueba su enorme popularidad (de lejos, el que más llena los estadios), integra de forma exprés a sus nuevos fichajes y permite a Xabi ensayar en ‘condiciones reales’. Claro que sería maravilloso volver a Madrid con el trofeo, pero ya se puede afirmar que, pase lo que pase, habrá sido un torneo muy útil.
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