Luces y sombras en el inicio de Pezzolano
Queda el regusto final de la forma en la que al Real Valladolid se le escaparon dos puntos que parecían ya ganados. Estuvimos a punto de gran remontada y de la primera victoria del entrenador uruguayo Paulo Pezzolano. Partido de altibajos, de emociones y de empate final. Cosas buenas y cosas malas. Lo bueno, sin duda, la capacidad para reaccionar, la sensación de que Pezzolano estuvo listo para variar el rumbo de los acontecimientos con los cambios. Quizá no estuvo tan afinado a la hora de elegir un once que tuvo carencias. Se aprovecharon poco las bandas, con Plata y Plano jugando más por dentro. Mejoró todo con la salida de Escudero y de Iván Sánchez, que estuvo magnífico jugando por la izquierda. Muy bien Amallah, confirmando las expectativas y con un gran gol. Los cambios de Pezzolano cambiaron, para bien el partido. Y quiero quedarme con lo bueno y quiero pensar que si el entrenador supo tomar buenas decisiones sobre la marcha, es probable que tenga la capacidad para tomar nota de lo que ha funcionado y, también, de lo que funcionó peor. A un hombre que no lleva ni una semana en Valladolid tampoco se le pueden pedir milagros.
El Valladolid hizo media hora final excelente tras las dudas del primer tiempo. Sacó a relucir una casta y una garra que no había aparecido en los partidos anteriores ni por asomo. Hay brotes verdes a los que agarrarnos, pero Pezzolano tiene que frenar la sangría defensiva. Si en cada partido encajas tres goles será muy difícil ganar. Blindar al equipo atrás es indispensable y si para ello el míster tiene que renunciar a su forma ideal de plantear los partidos deberá hacerlo. Porque no deberíamos olvidar que en la primera parte Masip salvó al Valladolid, en la segunda ya no, ya que debió hacer más en el gol de Muriqi y seguramente también en el de Morlanes.
Quedan diez finales, treinta puntos en juego, de los cuales habrá que ganar once o doce para lograr la salvación. Es posible, pero será mucho más fácil si seguimos viendo al Valladolid de la última media hora. Ese equipo se salvará. Si vemos al del primer tiempo o al del arranque de la segunda mitad, estaremos al borde del precipicio. Y eso la sabe Pezzolano. Fundamental que no se lesionen los hombres claves y la recuperación de Machis. Con Hongla, Amallah, Kenedy, Larin, Kike, Machis o Plata, el uruguayo dispondrá de potencial ofensivo suficiente para mandar en los partidos y amenazar a los rivales. Pero urge cerrar la puerta a los rivales. Esperamos un equipo equilibrado que pueda aspirar con fundamento a quedarse en Primera. Y para ello todos los partidos son decisivos, empezando por el del sábado en Villarreal. Allí, en La Cerámica, hay que volver a competir lejos de casa, hay que olvidar esperpentos recientes como los de Madrid, Elche o Vigo de la etapa anterior.
Y me gustaría que todo el mundo entendiera lo que hay en juego. Haya gustado más o menos la decisión de Ronaldo de cambiar al entrenador, creo que es momento de apoyar al nuevo técnico y a todos los jugadores. Habrá momentos de dificultad y de mejor o peor juego, pero a falta de diez finales, todos los esfuerzos que se puedan unir serán fundamentales. De momento, dos puntos por encima del descenso y con todas las opciones por delante. No nos pongamos los palos en la rueda nosotros mismos. Sería el principio del fin.