Los tres saltos del baloncesto
El deporte español dijo adiós a Pedro Ferrándiz en una intensa semana para el baloncesto, que ha encadenado el despido de Pablo Laso como entrenador del Real Madrid, con públicas discordancias entre el técnico y el club, y la nacionalización exprés del base Lorenzo Brown, que jugará con España a pesar de su nulo vínculo con el país, lo que ha provocado no pocas críticas, entre ellas la del propio capitán de la Selección, Rudy Fernández. Como remate, Sergio Scariolo alerta en una entrevista en AS que el equipo nacional está en “el momento más difícil de los últimos 15 años”. El basket avanza entre éxitos y polémicas, un camino que seguramente no existiría, o al menos no de la manera que lo conocemos, sin la existencia de aquel genio pionero que se adelantó a su tiempo.
Siempre he pensado que el baloncesto español ha tenido tres grandes saltos, tres momentos de impulso que le han hecho crecer y superarse, que se pueden personalizar en tres nombres, aunque alrededor hubo muchos más. El primero lo protagonizó Ferrándiz, que en una etapa de escasez del deporte español llevó a su Real Madrid a la cima de Europa y colocó el basket en el radar del país. El segundo nos evoca a otro entrenador, Antonio Díaz-Miguel, a aquella España de la plata olímpica de Los Ángeles 1984, con una generación que nos hizo soñar por primera vez en los campeonatos internacionales y abrió la primera puerta a la NBA con Fernando Martín. Y el tercero, que aún mantiene vivos rescoldos, es el de los Juniors de Oro, al que bien podríamos ponerle el rostro de Pau Gasol, que condujeron a la Selección a los grandes títulos mundiales y continentales, y a codearse con Estados Unidos en los Juegos... Incluso, ganaron anillos. Una época dorada de la que Scariolo teme el final. A la espera de un nuevo Ferrándiz, de un nuevo Díaz-Miguel o de un nuevo Gasol… De un nuevo salto.