La revoltosa juventud de Ayuso
Después de dos días pasados por agua, el cielo se abrió y La Vuelta ofreció una etapa bonita. Muy bonita. Y la mejor meteorología tomó forma de juventud, la de Juan Ayuso. En el primer test para los favoritos, una subida inédita, la de Arinsal, muy dura en sus últimas rampas, el español fue el primero en moverse. No era un día para conseguir grandes diferencias, pero sí para quitar caretas y para ver las intenciones de cada uno. Las del español del UAE son claras: en unas primeras jornadas en las que todo el mundo suele guardar la ropa, él ataca. Es valiente, no espera a los otros, por muy buenos que sean. Aunque estén el ganador del Tour y el del Giro. Él quiere ser el ganador de La Vuelta y actúa como tal.
La ambición de Ayuso es de aplaudir. Puede que en algunos momentos necesite más sangre fría, pero tiene 20 años. Otro joven más curtido, Evenepoel, el defensor del título, sí fue más frío en el primer examen de altura. El belga no se movió hasta el momento certero. En su primer disparo, no falló. A la diana. Etapa y liderato. Fueron los favoritos con mejor nota, aunque casi nadie suspendió. Enric Mas, que ya es segundo en la general, también promete. Antes de arrancar, me decían que estaba a un gran nivel y se está demostrando. Lejos de él parece estar Geraint Thomas, el peor entre los nombres ilustres. No sabemos sus intenciones y viene de ser segundo en el Giro, cuidado, pero parece difícil que pueda estar a la altura del resto. También me sorprendió Roglic. Era una llegada para él y no acudió a la batalla. Día a día. Ahora, un respiro. Y con el regreso de la dureza, seguro, volverá la revoltosa juventud de Ayuso.