La madurez de Militao
El verano de Militao ha sido de lo más productivo en lo personal. Después de una temporada gloriosa en la que ha sido un pilar del equipo campeón de Liga y Champions, su representante, Ulisses Jorge, ha negociado con el club la renovación de su contrato y por fin tendrá un sueldo acorde a lo que aporta en el terreno de juego. Vinicius y Rodrygo estaban en el mismo caso que él. Con la sensación del deber cumplido y esa recompensa, Mili ha podido descansar y preparar psicológicamente la siguiente temporada. Primero pasó unos días en la espectacular casa que tiene en Ibiza, luego se dejó ver por Miami en el partido benéfico de Roberto Carlos y Ronaldinho y, finalmente, hizo un viaje al interior del estado de Sao Paulo que fue importantísimo para él. Allí, visitando a todos sus familiares, pudo bajar los pies a la tierra y recordar de dónde viene.
Militao vuelve con ganas. Si la temporada pasada fue la de su explosión, él sabe que esta es la de su confirmación. Cambiará de pareja de baile, será Rüdiger y no Alaba, con el que tan buena amistad ha trabajo también fuera del campo. Y hay una cita que también tiene entre ceja y ceja, y es el Mundial de Qatar, en el que lucha por tener la titularidad junto al central del PSG Marquinhos. Thiago Silva tiene mucho peso en el vestuario, sí, pero Militao lo tiene en el campo, que es donde hablan los buenos jugadores. Mili ha vuelto una semana antes de incorporarse al trabajo con Ancelotti para empezar a entrenarse en solitario y arrancar a tope la temporada. Eso es una buena noticia para el Madrid.