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La lesión de Bellingham: una decisión difícil de tomar

Las imágenes que vimos por televisión de la caída de Bellingham hacia adelante son típicas de una luxación anterior de hombro. La luxación de hombro es la más frecuente de las luxaciones, por ser la articulación con mayor movilidad del cuerpo humano. Durante la luxación del hombro se producen desgarros tanto de la cápsula articular, como roturas más o menos importantes del manguito de los rotadores y, en ocasiones, alteraciones discretas de la cabeza humeral. Pueden aparecer también lesiones nerviosas del plexo braquial, sobre todo del nervio circunflejo y axial. La gravedad de las lesiones va a influir de forma considerable en la evolución de la lesión y, por supuesto, en el pronóstico.

En jóvenes deportistas, para una correcta cicatrización de las lesiones, el tratamiento inicial siempre es conservador, mediante la inmovilización del brazo por espacio de tres semanas. Si no se realiza esta inmovilización inicial, puede ocurrir, con mucha probabilidad, que los ligamentos coraco y gleno-humerales, que actúan como estabilizadores del hombro, no cicatricen bien, dejando una zona de debilidad en la parte anterior del hombro que dé lugar a una luxación recidivante, es decir, que pueda reaparecer.

En el caso de Bellingham, la habilidad de los servicios médicos del Real Madrid, hizo posible la reducción sobre el terreno, circunstancia no siempre fácil ni posible, y le permitió seguir disputando el partido. Chapeau por el servicio médico.

Las pruebas realizadas este lunes al jugador muestran alteraciones en las zonas descritas que no le inhabilitan para los próximos partidos. Pero desde luego sí que le van a mermar en su rendimiento deportivo, tanto a nivel físico como psicológico, ya que va a estar pendiente del choque y, por supuesto, de las caídas. Y además, el riesgo de producirse una luxación recidivante, que precise cirugía posterior, es alta.

La decisión del cuerpo técnico, el médico y el jugador no es fácil de tomar por la presión mediática. Pero considero que el sentido común debe imperar a estas alturas del campeonato.

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