La doble reconquista
La temporada de MotoGP se cerró oficialmente el martes con los test de Valencia, que de alguna forma también pueden considerarse la primera cita del próximo curso, porque los pilotos que cambian de montura, y en 2023 son unos cuantos, pudieron catar sus nuevas motos. A excepción de alguna prueba de carácter privado, como la protagonizada este jueves por Marc Márquez en el añejo Jarama, los integrantes de la categoría reina ya están de vacaciones. Pero eso no significa que las motos hayan puesto el cierre. Ni mucho menos. Este fin de semana, en Indonesia, el deporte español puede añadir otro título mundial a su variada colección. Álvaro Bautista, que ya saboreó esas sensaciones en 2006 como campeón de 125cc, puede coronarse ahora en Superbike, las derivadas de serie, un campeonato que lidera con una holgada ventaja de 82 puntos sobre el turco Toprak Razgatlioglu.
Bautista tendrá tres oportunidades en Mandalika, la primera ya el sábado. Y si ninguna de ellas fuera todavía suficiente, aún le quedará la última cita en Phillip Island, el siguiente fin de semana, también con tres carreras. El panorama tiene buena pinta. Sólo un español se ha adjudicado antes el Mundial de esta disciplina: Carlos Checa, en 2011. La fecha también coincide con el último título de Ducati, por lo que todo apunta a un año histórico de la casa de Borgo Panigale, que el pasado domingo recuperó el reinado de MotoGP con Pecco Bagnaia, 15 años después de la corona de Casey Stoner. Y ahora puede hacer lo propio en SBK, en este caso con 11 años de margen. “Este curso tenemos la mejor moto en MotoGP y Superbike”, dijo hace unos días en AS el CEO de la fábrica, Claudio Domenicali. Y va a llevar razón. La reconquista de Ducati vale doble en 2022. Sólo falta la puntilla.