La alegría de la huerta

No hay mejor momento para hablar de fútbol que cuando es verano y no se juegan partidos. Como si la ausencia de presión del resultado ofreciera más clarividencia y más tranquilidad a los aficionados para analizar lo que ha pasado en la pasada temporada y proyectarnos sobre lo que nos puede esperar durante el próximo curso. Pasé unos momentos muy interesantes en mis tradicionales vacaciones en Denia con madridistas de diversas zonas del país y uno en particular, Carlos, me enseñó un vídeo reciente de Pep Guardiola dándoles una charla a sus jugadores. La gravedad de su cara, la dureza de su tono y la solemnidad de sus palabras hacían pensar que el técnico catalán estaba al mando de un ejército inmerso en la Tercera Guerra Mundial.

Enseguida me vino en mente el rostro de nuestro querido Carlo Ancelotti con su inamovible sonrisa, con su incontrolable y ya mítica ceja, con su voz llena de cortesía y de buen rollo, con su humor aferrado a su vida cotidiana. También me acordé de lo que el técnico italiano me dijo poco después de conocernos: “El fútbol es la cosa más importante de las cosas no importantes”. Y con esta humilde forma de pensar, y dejando a todo el mundo el derecho a opinar de fútbol, aquí sigue, batiendo récords y almacenando más títulos que cualquiera. Carletto es la alegría de la huerta. La flor más viva del jardín madridista.