Kovac no pierde con línea de cinco
La estadística del Dortmund desde el cambio de sistema es espectacular. Sólo ha perdido uno de los últimos 14 partidos y fue, casualmente, el único que jugó con cuatro defensas...
La racha, el día del Barça y los tres centrales. El Dortmund parece cargar siempre con la etiqueta de ser un equipo poco fiable que no responde en los momentos decisivos. Y aunque es cierto que en la temporada 2023-24 llegó a la final de la Champions −y que la compitió muy bien, precisamente contra el Real Madrid, siendo por momentos superior en la primera parte−, la realidad desde que se marchó Klopp se ajusta bastante a esa fama que le acompaña. Sin embargo, es justo decir que el momento actual es muy positivo y que se encuentra inmerso en una fase de regularidad en los buenos resultados que ya dura varios meses. Más que eso: su racha es impresionante. De los últimos 14 partidos, ha ganado 11, ha empatado dos −el último, el de la jornada inaugural de este Mundial de Clubes ante el Fluminense− y ha perdido sólo uno: el 4-0 contra el Barcelona en la ida de los cuartos de la Champions. Se da la circunstancia de que ese día, en Montjuïc, fue el único en toda esta sucesión de encuentros en el que Kovac no formó con tres centrales, sino que lo hizo con una línea defensiva de cuatro. Dicho de otra manera: desde que es entrenador del Dortmund, no ha perdido nunca con el dibujo que está usando ahora. Una estadística tremenda que, obviamente, se pondrá a prueba ante los blancos.
Un pequeño ajuste difícil de repetir. Ante Monterrey, además de usar esa estructura con Anton, Süle y Bensebaini en el eje −lo que protege a sus defensores más rígidos− y dos carrileros largos como Ryerson y Svensson, lo realmente interesante fue cómo se organizó el centro del campo y la delantera. Adeyemi no actuó abierto a la banda, sino que fue un delantero móvil con mucha libertad que formó dupla con el inspiradísimo Guirassy, cuyos números esta temporada evidencian que lo del curso anterior en Stuttgart no fue casualidad. De hecho, a Kovac le salió muy bien esta decisión, porque los dos goles llegaron en combinaciones entre ambos. En la medular, Nmecha se ubicó como pivote posicional, con Gross y Jobe Bellingham más sueltos para saltar a la presión. Ante el Madrid, el técnico croata podría repetir esa formación, aunque no con los mismos hombres. La sanción del joven inglés llegado justo antes del torneo, que evitará el duelo ante su hermano, le obligará a modificar como mínimo una pieza. Por características, Sabitzer sería el que probablemente se podría adaptar mejor a ese rol, aunque su estado físico, tras salir de una lesión, no es el óptimo. La opción de Brandt también se contempla, aunque sería una alternativa más ofensiva y con menos capacidad para fortalecer el medio campo en momentos del partido que requieran un mayor esfuerzo sin balón.
Extremos para agitar. Si el 5-3-2 no le funciona, Kovac puede pasar en cualquier momento a un dibujo con atacantes de banda con mucha capacidad para el desborde. Duranville ha participado muy poco desde entonces, pero sus minutos contra el Barcelona en Alemania fueron de altísimo nivel. Con Reyna ocurre algo parecido: posee talento, pero le falta ritmo de competición. Gittens ha sido el mejor extremo del equipo a lo largo del curso, pero la incertidumbre sobre su futuro y una enfermedad que lo apartó de los últimos encuentros le han hecho perder protagonismo.
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