Opinión

Inter-Barça, una doble oda al fútbol

El fútbol es implacable en esto: las cuentas se echan en las áreas, y en ellas el Inter fue certero y Sommer estuvo inmenso.

Inter Milan's Brazilian defender #30 Carlos Augusto (R) comforts Barcelona's Brazilian forward #11 Raphinha after Inter Milan won the UEFA Champions League semi-final second leg football match between Inter Milan and FC Barcelona at the San Siro stadium in Milan on May 6, 2025. (Photo by PIERO CRUCIATTI / AFP)
PIERO CRUCIATTI | AFP
Alfredo Relaño
Actualizado a

No es justo. Ni el Barça ni Lamine estarán el la final de Múnich. Hay que felicitar, desde luego, al Inter, porque ha apartado a un equipo descomunal, explorando sus armas y a su portero, Sommer, que taponó algunos disparos que veíamos dentro. Pero el fútbol, lo que se dice el fútbol, lo puso el Barça a partir del descanso, cuando levantó un 2-0 que sonaba a eliminatoria resuelta. Pero el equipo se agrupó en torno a Pedri, sus laterales suplentes dieron la sorpresa y Lamine repitió su exhibición del partido de ida. El equipo de Flick cogió al Inter por las solapas y convirtió el 2-0 en un merecidísimo 2-3 que no se elevó a 2-4 porque Lamine estrelló en el poste la única que no le paró Sommer.

Pero en el descuento llegó lo inesperado. Ese gen de más que se les conocía a los italianos, el gen competitivo, les permitió empatar en el último instante. Otra vez 3-3, como en Barcelona, sólo que ahora no podían quedar las cosas así. Llegó la prórroga y otra vez el Barça fue arriba, ahora bajo una lluvia intensa, que acentuaba el dramatismo del partido, luchado hasta el último aliento por todos. Y quiso el destino que el gol que faltaba lo marcara el Inter. Fue su séptimo gol en la eliminatoria, sin haber producido ni la cuarta parte de ocasiones que el Barça. El fútbol es implacable en esto: las cuentas se echan en las áreas, y en ellas el Inter fue certero y Sommer estuvo inmenso.

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Echaremos de menos al Barça en Múnich, desde luego. Al Barça en general y a Lamine en particular, que en estos dos partidos se ha acreditado como el mejor jugador del momento, y también el de juego más hermoso y emocionante de contemplar. Queda para el equipo culé la satisfacción de haberse mostrado al mundo como bandera del fútbol, pero eso en estas horas no es consuelo. El fútbol eligió al Inter. Ahora al Barça le toca desollar el rabo de LaLiga, ese Clásico del domingo, en el que una eventual victoria del Madrid llenaría de interés el final del campeonato. Pero hoy es día de aplaudir a todos los protagonistas de esta eliminatoria formidable que nunca olvidaremos.

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