Ganarse a España sin ganar la Euro

Quizá no ganen la Euro –ojalá sí–, pero el triunfo de nuestras chicas y de esta estupenda generación es ya incuestionable. Hoy nos sentaremos a ver el partido ante Inglaterra con la misma pasión con la que vimos aquel ante EE UU del último Mundial. Ya no son unos cuantos sus seguidores, sino que somos millones. Han conseguido que Alexia abra telediarios por su Balón de Oro y por su lesión (así es el fútbol). Han hecho que este periódico les dedique la portada durante la Euro un día sí y otro también. Han reunido en Las Rozas a un millar de aficionados como despedida hacia un gran torneo. Han llevado a los kioskos a las niñas para comprar sus cromos, y con ellas a sus abuelos. Gracias por esto último.

El gran salto del fútbol femenino no es por misericordia ni por una igualdad de genero impostada. Es por el mérito de sus profesionales: de jugadoras a formadores, de clubes a técnicos, de inversores a marcas. La Roja es la máxima expresión de este crecimiento. Son buenas y están en buenas manos. Lo han estado durante todos estos años en los que han pasado de no tener opciones ante las grandes potencias a mirarlas de tú a tú. Si no es esta Eurocopa será la siguiente. Y si no es el próximo Mundial será el que venga. Esto ya no lo para nadie, afortunadamente...