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El sustituto de Southgate

El adiós del criticadísimo Gareth Southgate abre un interesante proceso de sucesión en el banquillo de la selección inglesa. No es una tarea sencilla para la federación, que ya en el pasado recurrió a técnicos extranjeros como Eriksson o Capello. Y es que no abundan los candidatos nacionales. Sólo tres de los veinte entrenadores de la Premier League que arrancará en unas pocas semanas serán ingleses (Eddie Howe en el Newcastle, Sean Dyche en el Everton y Gary O’Neil en el Wolverhampton). Cuatro si contamos a Kieran McKenna, el prometedor entrenador que ascendió al Ipswich Town, que nació en Londres pero se crió en Irlanda del Norte. Otra estadística es aún más alarmante: ningún técnico inglés ha ganado la Premier League desde su fundación en 1992. Ese año, Howard Wilkinson, con el Leeds United, fue el último en conquistar la liga de la máxima categoría. La han levantado, claro está, escoceses: Sir Alex Ferguson lo consiguió en trece ocasiones y Kenny Dalglish -con el Blackburn Rovers- una vez. Pero ingleses, ninguno.

Ahora emergen dos candidatos evidentes. Son jóvenes -menores de cincuenta años ambos- y propositivos, algo que parece necesario por puro contraste con el conservadurismo de Southgate. Son Eddie Howe y Graham Potter. Howe tiene un inconveniente importante: entrena al Newcastle, tiene contrato y no sería fácil sacarlo de allí. A favor de Potter juegan el hecho de que ahora mismo esté sin equipo y su buen hacer en el Brighton, pero en cambio le perjudica su periplo en el Chelsea en su única experiencia manejando un vestuario plagado de estrellas.

Los grandes sueños de los aficionados son, lógicamente, Guardiola y Klopp. Los antecedentes con técnicos foráneos hacen que ya no sea un sacrilegio pensar en un entrenador del continente. Pero a Pep habría que esperarlo porque aún le queda un año de contrato en Mánchester. Quizá a Klopp también: su intención de pasar doce meses sin trabajar parece bastante firme. Es razonable pensar que valdría la pena nombrar a un interino hasta junio de 2025 si la FA consiguiera el sí de alguno de los dos colosos.

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