MARCO RUIZ

El legado de Mourinho en el Madrid

Luka Modric fue una petición expresa de Mourinho en el Real Madrid. El croata ha sido vital en los últimos diez años por su rendimiento en el campo y el ejemplo que da en el vestuario.

Desde que, en 1991 Robert Prosinecki llegara al Real Madrid, 5 son los croatas que han pasado por las filas del conjunto blanco. Prosinecki fue el primero, procedente del Estrella Roja estuvo 3 temporadas en las que no dio el resultado esperado, ya que venía como campeón de Europa y su rendimiento esperado era otro. El siguiente en llegar fue Davor Sucker en 1996, que fue pieza clave para la consecución de la Séptima, de hecho, quedó segundo en la votación del Balón de oro. Por su patte, Robert Jarni llegó en 1998 y estuvo solo un año. En 2012 llegó Luka Modric, pieza clave del Real Madrid en la consecución de las 5 Champions de esta década. El último en llegar fue Kovacic, quien en 2018 salió del conjunto blanco rumbo al Chelsea buscando los minutos que le faltaban.
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Marco Ruiz
Nació en Granada en 1977. Licenciado por la Universidad Europea, entró en AS en 1999, por tanto, es canterano y ‘one club man’. Tras hacer la información del Atlético dos años pasó a formar parte de la sección del Real Madrid, de la que ahora es su Redactor Jefe. Cubrió la Eurocopa de 2008, tres Mundiales de Clubes y una final de Champions.
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Di María, Özil, Khedira, Coentrao, Sahin, Carvalho, Adebayor y, sobre todo, Luka Modric. Todos tienen en común que fueron peticiones expresas de Mourinho, ese técnico que dejó más polvareda que títulos tras de sí (una Liga y una Copa en tres temporadas con Cristiano ya en la plantilla) pero que, a la vez, trajo al menudo croata que ha sido el motor del Madrid que ha ganado cinco Champions de manera tan brillante en los últimos tiempos.

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De todas esas peticiones de Mourinho, Modric fue la más cara. El Madrid terminó pagando 35 millones de euros. Y mira que costó. Daniel Levy, presidente del Tottenham, hizo sudar sangre a los dirigentes del Madrid, que no lograron doblegar a los Spurs hasta el último suspiro del mercado. Y si el negocio se hizo fue, precisamente, por la voluntad inquebrantable de Modric para que así fuera. Tuve la suerte de hacer el seguimiento en AS de su fichaje aquellos días tan difíciles. Primero en Londres y luego en Split, donde jugó, bajo mucha presión, un amistoso con Croacia ante Suiza en el que reaparecía tras haberse declarado en rebeldía.

Ni siquiera Bale, que también sufrió a Daniel Levy, llegó a ese extremo. Modric sí. Tuvo los arrestos de dejar plantado al Tottenham en el aeropuerto de Heathrow cuando el equipo, entonces entrenado por Villas-Boas, se iba a hacer su gira por EE UU. Y fue definitivo para que Florentino pudiera comprarlo. Quién sabe si el Madrid habría ganado tanto sin él. Lo que sí es seguro es que tenerlo aquí ha sido todo un honor y que todos los que están llegando estos últimos años tienen en él al mejor espejo en el que mirarse. Sin duda, el mejor legado de Mourinho.

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