El inicio de la era Woltemade
Eddie Howe ha reforzado el ataque con el ex del Stuttgart, que posee condiciones para hacer olvidar al sueco. Junto a él se incorporaron Elanga y un Wissa que es baja ante el Barça.
Una reacción rápida. Tras un verano duro en el que la gran estrella del equipo estuvo varios meses forzando su salida, el Newcastle supo maniobrar con inteligencia y se aseguró un sustituto que, a priori, debería darle un gran rendimiento. Alexander Isak se marchó al Liverpool por 145 millones y Nick Woltemade llegó procedente del Stuttgart por 75. Es cierto que el precio del alemán puede parecer alto teniendo en cuenta que sólo lleva una temporada a un nivel realmente sobresaliente, pero se le aprecia un potencial y un margen de crecimiento espectacular. Más allá de su capacidad goleadora —12 tantos el curso pasado en la Bundesliga—, lo que más llama la atención en él es todo lo que genera. Es poderosísimo físicamente, tiene un gran juego de espaldas, y al mismo tiempo posee una habilidad notable y una técnica depuradísima. Se le compara con el primer Zlatan Ibrahimovic del Ajax. Su debut en la Premier no pudo ser mejor: marcó de cabeza el gol de la victoria ante el Wolverhampton con un certero cabezazo antes de ser sustituido a los 65 minutos. Eddie Howe quiso dosificarle después de que fuera titular en los dos encuentros de la selección alemana en la fase de clasificación para el Mundial 2026.
Otros dos fichajes en ataque. Woltemade no ha sido la única incorporación de las urracas en la zona ofensiva este verano. El club sabe que necesita acudir a la Champions más preparado que en su anterior experiencia de hace dos cursos, cuando acabó último en un grupo terrible con el Milan, el Borussia Dortmund y el PSG y esa aventura europea le penalizó en la Premier, terminando séptimo y quedándose fuera de competiciones continentales. De ahí que hayan llegado también un Anthony Elanga que fue clave en la gran campaña del Nottingham Forest y un Yoane Wissa que asombró al mundo anotando 19 tantos en la última liga inglesa con el Brentford. El congoleño, sin embargo, se lesionó en el decisivo enfrentamiento que su selección perdió en casa contra Senegal y se ausentará del choque ante el Barça. Anthony Gordon, que es peligroso en las transiciones y que además ha tenido más descanso al haber estado sancionado el último fin de semana, apunta a ser el tercer integrante de la delantera junto a Elanga y Woltemade.
La rigidez de los centrales. A Howe, que tiene fama de entrenador atrevido desde sus tiempos en el Bournemouth, se le plantea un dilema a la hora de diseñar el plan de partido contra los de Flick. Tanto Dan Burn como Fabian Schär sufren a su espalda, algo especialmente peligroso ante atacantes que van tan bien a los espacios como Raphinha o Ferran. De ahí que no sea descartable que el técnico inglés matice su propuesta y busque protegerse algo más de lo habitual. O que le dé la primera titularidad a un Malick Thiaw que ha llegado procedente del Milan y que sí posee una mayor capacidad para corregir hacia atrás.
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La batalla del medio. El Barça maneja el centro del campo con maestría ante cualquier rival, pero en esta ocasión se enfrenta a un conjunto que cuenta con muy buenos futbolistas en esa zona. Sandro Tonali dirige las operaciones del Newcastle con el balón, Bruno Guimaraes se multiplica para aportar en todas las facetas del juego y Joelinton es agresivo y no deja respirar a los adversarios. Joe Willock reapareció el sábado tras una lesión y se perfila como el primer recambio para aprovechar sus virtudes como llegador de segunda línea.
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