El descenso más infame que se recuerda
Salvo milagro será este jueves en el Villamarín. Incluso antes si el Girona puntúa ante el Betis y Las Palmas gana en Bilbao. En este caso sería el miércoles.

Pues ya está, a punto de llegar. Salvo milagro será este jueves en el Villamarín. Incluso antes si el Girona puntúa ante el Betis y Las Palmas gana en Bilbao. En este caso sería el miércoles. Y si los catalanes pierden esta noche pero suman en Leganés, unido al triunfo de los canarios, situaría el descenso en el jueves a las nueve de la noche, media hora antes de saltar al campo de Heliópolis. Lo normal, que Las Palmas no gane en San Mamés y que una derrota ante los verdiblancos deje al club de Ronaldo en Segunda este jueves al filo de la medianoche. En realidad da ya un poco igual. Se trata de poner fecha y hora oficial a la defunción del moribundo. La sentencia está escrita. El Real Valladolid, casi seguro, recibirá al Barcelona en Zorrilla como equipo de Segunda División. Tras tres últimos descensos en Zorrilla, parece que ahora tocará bajar lejos de casa.
Y asistiremos al descenso más infame y vergonzoso que se recuerda. Un equipo descabezado, incapaz de competir de manera digna a lo largo de la temporada. Da igual con que jugadores, da igual con que entrenadores. Todo ha sido una ruina y un desastre que no puede quedar impune. El club está secuestrado en manos de Ronaldo y solo él puede tomar las decisiones, pero es momento de que los responsables principales de tal desaguisado se vayan a su casa. En deporte se puede ganar o perder, subir o bajar, es una competición y siempre hay tres que tienen que descender. Eso es algo innato a este juego y se asume. Y se puede bajar con dignidad, luchando hasta el último minuto. Pero esto no hay por donde cogerlo. Han cometido un atropello contra la imagen y la historia del club. Tener 16 puntos a estas alturas, bajar en abril, llevar un punto de 39. Es indecente. Y Ronaldo escondido y sin aparecer. Y sin vender. No podrán acabar con la ilusión de los aficionados por el fútbol ni por el Real Valladolid, seguro que no, y ahora se trata de ir, poco a poco, reconstruyendo todo lo destruido, pero esta temporada va a hacer mucho daño. Solo la venta y la marcha del brasileño podrá revitalizar la ilusión, pero como Ronaldo continúe no me atrevo a vaticinar como responderá la afición, pero seguro que no bien.
Han conseguido que a la gente ya no le apetezca ver jugar a su equipo. Han conseguido que la afición del Valladolid reniegue ya de esta maldita temporada. Ver jugar al Valladolid es para verlo perder. Jugadores superados por la situación, un entrenador que bastante hace con no salir corriendo y un club que sigue haciendo el ridículo con cartitas que no vienen a cuento y que parecen más una tomadura de pelo que una asunción definitiva de responsabilidades. La gente no está para gilipolleces. Esto es demasiado serio. Hacen falta decisiones de altura y que el descenso tenga consecuencias importantes buscando el beneficio de la entidad. Si alguien cree que con cuatro cartitas o con reuniones puntuales con la afición van a solucionar algo, apañados van. Alguien ha asesorado en cuanto a la forma de comunicar al club, y se ha lucido. No han dado una. Esperemos que si se desciende el jueves como parece, el descenso haga que los acontecimientos se puedan empezar a precipitar.
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