Diferencias entre Brahim y Güler
Con permiso del héroe con capa Gonzalo, Brahim fue el mejor madridista en Butarque. Puso fútbol, trabajo y fe desde el principio hasta el final.

Con permiso del héroe con capa Gonzalo, Brahim fue el mejor madridista en Butarque. Puso fútbol, trabajo y fe desde el principio hasta el final y no descansó hasta ponerle al chaval un balón perfecto en la cabeza para sentenciar la eliminatoria. El internacional por Marruecos, además de ser muy bueno, tiene una actitud ejemplar siempre que Carletto se decide a ponerle en el verde. Claramente juega menos de lo que merece, pero nunca baja los brazos ni se permite un mal gesto ni una mala cara.
Bien haría Güler en fijarse en su compañero para entender que hay que agarrarse con fuerza a las pocas oportunidades que te da el Madrid. El turco va sobrado de calidad, pero justo de sacrificio y de orden táctico. Ancelotti se pasó el partido corrigiendo su posición en el campo sin demasiado éxito. Al final optó por cambiarle en un momento decisivo del choque y recibirlo en el banquillo con cierta indiferencia. Desde fuera daba la sensación de que éste podía ser el año de despegue de Güler, pero en vez de reaccionar con rebeldía ante su situación, da la sensación de haber caído en una cierta melancolía. El entorno, que le dora demasiado la píldora, no le está ayudando mucho y se le ve ausente. Haría bien en fijarse en Brahim y entender que, en el Madrid, ser muy bueno no es suficiente.
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