El Atlético le ha tocado el Barcelona y no se puede decir que el equipo de Simeone haya tenido suerte en el sorteo, aunque tampoco el azulgrana. El Cholo ya dijo tras el encuentro liguero en el Bernabéu que el conjunto de Flick es el mejor de nuestra Liga. Pues habrá que derrotar al mejor. De momento, el único partido liguero disputado hasta ahora se lo llevaron los rojiblancos... a base de sufrir, sufrir y sufrir. Y ahora habrá que aplicarse la misma receta. No queda otra.
Por otro lado, a la afición del equipo rojiblanco le daba un poco igual el rival y el deseo era que el choque de vuelta se jugase en el Metropolitano. Hay estadios y estadios, aficiones y aficiones y la del Atlético es la número uno a la hora de dar aliento a los suyos. Y en eso sí ha habido suerte. El Metropolitano, igual que antes sucedía con nuestro añorado Calderón, remonta eliminatorias (como sucedió la temporada pasada ante el Inter) y gana partidos imposibles, como ante el Bayer Leverkusen. Lo dicho, todo está al cincuenta por ciento. Pero decide el Metropolitano y eso son palabras mayores.