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A punto de cumplir los 26 años y estando en un momento clave de su carrera, Dani Ceballos necesita sinceridad para tomar la decisión correcta y aclarar su futuro. El primero que tiene que despejarle el panorama es Ancelotti, con el que el utrerano tiene que hablar sobre el papel que le espera si se queda en el equipo. Carleto, que terminó la temporada utilizando con regularidad al jugador, casi siempre saliendo del banquillo en las segundas partes, tiene que ser franco y confesarle si va a ser el séptimo centrocampista de la plantilla.

De ser así, Dani debería poner todo de su parte para buscar una salida porque un futbolista de su calidad no puede estar otro año sin protagonismo. El Ceballos que vimos en los últimos meses tenía ese vértigo e imaginación que siempre prometió su fútbol y sería una pena que de nuevo no pudiera mostrarlo con continuidad. Pero esa característica de su juego puede hacer que el entrenador le prometa minutos porque, salvo Modric, no tiene otro futbolista de ese perfil tan creador en la plantilla blanca.

Si el técnico italiano tiene dudas o le anima a pelear por ganarse minutos, el jugador utrerano optará por quedarse en el Madrid, aunque esto no vaya a suponer que el club le ofrezca ampliar el año de contrato que le queda. Es una decisión arriesgada porque, a pesar de poder irse libre al final de temporada, puede que su caché se vuelva a devaluar si no juega nada. Así que Ceballos también tiene que ser sincero consigo mismo, si quiere dar el salto, si quiere crecer, si quiere mandar, tendría que irse.