Cambio radical... pero solo es un partido
Puede haber un antes y un después del partido jugado ante el Betis. No solo por la importancia de la victoria obtenida ni por los tres puntos logrados que dan oxígeno en la clasificación. Desde mi punto de vista, lo más importante del encuentro del sábado fue que por primera vez en lo que llevamos de temporada vimos tácticamente un equipo que manejó el partido mejor que el rival y que en ningún momento se sintió inferior a su oponente. Y todo eso se apreció desde la grada. Lucha, entrega, compromiso, equilibrio y acierto en el juego. Fue, sin duda, el mejor partido de la temporada. Es posible que haya hecho falta tocar fondo en Ourense, en el partido de Copa, para poder ver la mejor versión del Real Valladolid, pero si así ha sido, bienvenida una reacción que no puede ser flor de un día. Lo visto ante el Betis es el camino a seguir.
La gente entraba a Zorrilla con el convencimiento de que lo normal es que el Betis se llevara los puntos dejando al Real Valladolid un poco más condenado. Comprobando como Cocca no iba a ser la solución. Entraban al estadio sin ilusión. Pero dos horas después, el personal salió de Zorrilla entusiasmado tras ver al mejor Real Valladolid de la temporada y a un entrenador que desde el banquillo dejaba su sello en el terreno de juego conduciendo a sus jugadores hacia la victoria.
Del Cocca pasivo y sin reacción de Girona y Ourense al del sábado ante el Betis, un abismo. Del Marcos André del resto de la temporada al que vimos anteayer, mundos opuestos. Del Kike goleador y en plan líder al que era pitado por los aficionados, nada que ver. Y así uno tras otro. Fue una transformación absoluta que no servirá de nada si no se sigue por el mismo camino. Pero el camino está iniciado y se trata de no salirse de la ruta. Ahora, el viernes, llega la gran oportunidad de demostrarlo ante el Espanyol, un rival directísimo. Si el Real Valladolid vuelve a estar a ese gran nivel, el sueño de la permanencia estará más presente que nunca.
Pero no lancemos las campanas al vuelo por un único partido. El proceso será muy largo y vivimos jornadas que serán decisivas al final. Parece claro que Meseguer que ya salió, Kenedy, Machis, De la Hoz, Cenk y hasta Amath Ndiaye sean los elegidos para abandonar en este mercado invernal el club. Sus salidas, en unos casos más que en otros, servirá para aligerar la nómina mensual y para ganar más en rendimiento y aportación al equipo blanquivioleta. Eso, más la posibilidad de alguna venta que sea muy rentable para el club aunque pensar en que Moro se pueda marchar siempre será un enorme paso atrás en lo deportivo. Solo la consecución desde la dirección deportiva de un buen mercado de fichajes podría compensar la situación.
Así que, mientras todo esto pasa y sabemos finalmente con quien sí y con quien no se va a contar hasta el final, me quedo con el espíritu de los visto ante el Betis y con la sensación, por fin, de que puede haber llegado un buen entrenador capaz de sacar lo mejor de cada futbolista desde ahora y hasta el final.
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