Asensio se pone en el mercado

Justo los dos nombres cuya continuidad está bailando en este ‘nuevo’ Real Madrid, Asensio y Ceballos, son los que más aprovecharon el Clásico. Su presencia en la segunda parte mejoró notablemente el juego del equipo, especialmente el balear, que actuó en una posición que normalmente no existe en el sistema de Ancelotti, una especie de segundo punta o de ‘hombre liberado’ por delante de cuatro centrocampistas (Casemiro, Modric, Kroos y Ceballos). Se movió con inteligencia, jugó con sentido en corto y en largo y apareció por todo el frente del ataque. Son sólo los primeros pasos en esta nueva aventura tras la consecución del doblete y la novedad en el Madrid es que no la hay. El equipo está hecho. Nada puede mejorar a la Santísima Trinidad en la media y, eso sí, lo que se vio de Rüdiger y Tchoameni deja la sensación de que el conjunto, con ellos, es más fuerte.

Pero fue, sin duda, la figura de Asensio la que salió más fortalecida de Las Vegas. La noticia que deslizan desde su entorno más directo respecto a que ha decidido quedarse en el Madrid suena más a estrategia que a verdadera intención de futuro. Amenazar con esperar e irse gratis en 2023, cuando termina su contrato, es la mejor manera de conseguir que el Madrid lo venda por una cantidad mínima de dinero, lo cual facilitaría un mejor destino para él. Por eso cambió de agente y se puso en manos del hábil Jorge Mendes. Queda mucho verano, y si el balear sigue mostrándose de esa manera terminarán llegando buenas ofertas para él y para el Madrid y el jugador se dará la oportunidad que quiere de poder estar en el Mundial de Qatar. Tiene Asensio la sartén por el mango. Si ese plan no sale, jugará esta temporada tanto como la pasada en el Madrid, meterá los mismos goles y se irá libre en próximo verano llenando su bolsillo con una jugosa prima de fichaje.