Arda Güler aprovecha la beca
Arda Güler está exprimiendo al máximo su momento de protagonismo en este tramo final de temporada. El cuerpo técnico, que ha tenido claro desde el principio que trabajaban con un futbolista con mucha calidad, pero en periodo de formación, le ha cuidado con mimo durante todo el año consciente de su talento, pero también de sus evidentes carencias físicas. No es lo mismo marcar grandes goles en los entrenamientos que estar preparado para rendir en el club más exigente del mundo y el maestro Ancelotti se lo explicó. Guler ha sido constante en el trabajo y listo para ponerse en modo esponja y aprender de cada minuto vivido en el día a día de Valdebebas.
En algún momento le ha podido la ansiedad por no jugar, pero el buen rollo con sus compañeros y un vestuario veterano y sin ego le han ayudado a progresar como profesional. Ahora, está empezando a recoger los frutos del trabajo bien hecho a base de goles y buen fútbol en un idilio con el Madrid que sólo acaba de comenzar. El año que viene se quedará en la plantilla como miembro de pleno derecho para pelear por un sitio desde el primer minuto de la pretemporada porque se lo ha ganado a pulso. Como el talento le viene de serie, si mantiene el hambre y la humildad la romperá mucho tiempo en el Bernabéu. Sin prisa pero sin pausa.