NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Ancelotti abusa del ‘Viniciusistema’

Actualizado a

Vi a Ancelotti muy chafado tras el partido del Camp Nou y hasta me pareció excesiva y poco propia de él la queja contra las rayas del fuera de juego de Asensio. Dijo claramente que no las creía. Mira que me gusta poco el VAR, pero lo que tengo que admitir aunque sea a regañadientes es la validez de esas mediciones, que aunque lleguen a lo ridículo en casos como este (hay quien le da vuelta a una franja del ancho de la raya de banda para dar alguna holgura a esas decisiones) son objetivas, o al menos se reclaman de ello. Me dio la sensación de que volcaba por ahí el chasco de haber perdido en ese gol cualquier posibilidad de ganar LaLiga.

Queda la Copa, en la que tendrá que ganar en el Camp Nou por más de un gol. Y queda la Champions, en la que más allá del Chelsea se esconden el Bayern o el City, al que ya me resisto a llamar el City de Guardiola, que no imponía tanto, porque ahora se me representa en mis pesadillas como el City de Haaland, esa fiera corrupia que desayuna defensas crudos y luego suelta eructos en forma de goles. No sería demasiado raro que el Madrid se quedara este curso sin más título que la Supercopa Europea y el Mundialito, que parecen mucho pero que mirados de cerca no son más que secuelas menores de la Champions. No dan para presumir de buen curso.

Más allá de rayas y otras quejas, como lo de Gavi, el Madrid tuvo un déficit que empieza a ser crónico: se redujo a Vinicius. Al equipo todo se le va en echársela y que arree. Esta vez se las apañó mejor ante Araújo, y por cierto es llamativo el respeto y admiración que se profesan, bien visibles. Y por ahí llegó el gol. Pero poco más tiene el Madrid, porque el tránsito por Benzema se atasca, a Rodrygo y a Asensio no les encuentra sitio y al chaval Álvaro Rodríguez ya vemos que no le pone si no es ‘en peligro de muerte o se ha de comulgar’, como nos decían de pequeñitos con la confesión. Un Madrid de ataque pobre está condenado a un curso pobre.