A Laporta le toca definirse con el Madrid
Rueda de prensa. Hace unos días, Laporta se reunió con gente de confianza para hacer un ensayo general de la rueda de prensa anunciada para mañana por el ‘Caso Negreira’ y la cosa no fue bien. El ambiente no fue tan eufórico como en una Junta anterior en la que, en días previos, anunció: “Queremos que vuelva Messi…, y Leo quiere volver”. Y se montó una fiesta. En el simulacro de comparecencia aparecieron más dudas. Por eso hubo que aplazarla unos días. Y aunque los abogados del Barça no lo ven del todo claro, Laporta habla mañana. No podía demorarlo más porque anda en juego la credibilidad de un club de casi 125 años de historia y una posible suspensión de un año sin jugar en Europa, un drama económico más para la entidad. Laporta hablará en el Auditori 1899, donde hace poco más dos años celebraba la segunda victoria electoral de su carrera. No se recuerdan comparecencias tan trascendentes en Barcelona desde el adiós de Messi, cuyo regreso, por cierto, muchos han querido minimizar como una cortina de humo, pero que es una posibilidad real.
Incógnitas. A Laporta le toca explicar qué ha hecho el club para estar investigado después de que el Juzgado de Instrucción número uno de Barcelona haya admitido a trámite una denuncia de la Fiscalía por unos posibles pagos durante 17 años al exvicepresidente del CTA, con las consiguientes diligencias abiertas por presuntos delitos continuados de “corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad en documento mercantil”. A la argumentación del presidente del Barça estarán muy atentos los inspectores neutrales Jean-Marc Leuba y Mirjam Koller Trunz, nombrados por el Comité de Ética y Disciplina de la UEFA para que emitan un informe decisivo sobre la posible violación del Barça del marco legal del organismo europeo. Lo que también va a tener que aclarar Laporta es cómo queda la relación actual con el Madrid, que se ha personado en la causa Negreira como “entidad ofendida o perjudicada”, y que en su escrito como acusación particular entiende que “los resultados de la competición, indudablemente”, le perjudicaron. Madrid y Barça habían ido de la mano en la aventura de la Superliga desde que, el mismo día en que dimitía en octubre de 2020, Bartomeu soltó la bomba. Las cosas han cambiado. Florentino no ha estado en el palco del Camp Nou en los últimos dos Clásicos. Y hace poco, Laporta, que quiere ver a Ceferin, hizo una declaración de intenciones: “No sólo nos defenderemos, atacaremos”. Veremos con qué sistema sale mañana.