El flechazo de Luis Enrique con Morata
Hay inventos de Luis Enrique que funcionan y otros que no. Los primeros son mayoría, es un hecho, si no su trayectoria no sería tan brillante en La Roja como hasta ahora. Veáse: la apuesta por Unai Simón, la nacionalización de Laporte, las ausencias de Ramos o Nacho en contra de la opinión pública, la fe en Gavi, el liderazgo de Pedri, la confianza en Morata... Quizá esto último sea lo más destacable. Ni siquiera un campeón del mundo como Francia mantuvo a su delantero centro desde el último Mundial hasta este que viene. En cuanto se solucionó el tema Benzema, Giroud se fue a la calle para dar paso al madridista. Lógico.
Con Morata no ocurre lo mismo, a diferencia de lo esperado. Cierto es que no hay un Benzema español que haya hecho factible el cambio, pero también que el mejor momento del madrileño con la Selección llega cuando sus datos a nivel de clubes menguan y su futuro no parece nada claro. Con España se siente importante Morata, tan importante como lo fue siempre en la generación tan maravillosa que ahora mismo él abandera. Le costó llegar, pero aquel gran grupo del 92 tiene por fin peso en la Absoluta: Carvajal, Koke, Sarabia, el propio Morata... Y eso que por el camino cayó uno de sus máximos exponentes, Isco. Lo mismo le podía haber ocurrido a Morata de no haber sido por Luis Enrique. Un idilio difícil de imaginar. Uno bueno para España.