Después de una temporada en la que ha visto comprometido su futuro como deportista profesional, el centrocampista ha sabido revertir su situación a base de sacrificio y constancia. Todos tenemos la sensación de que, por diferentes circunstancias, Ceballos le ha dado mucho menos al Madrid de lo que se pensaba cuando Florentino decidió ficharle y ha llegado el momento de tomar una decisión definitiva. Su gran tramo final de campaña, aportando desde el banquillo minutos de calidad en momentos muy comprometidos, le han abierto la puerta a una continuidad que en diciembre parecía imposible. Ancelotti, como siempre, ha ido de cara y ahora el futbolista tiene la última palabra. Dani quiere jugar el Mundial y quiere sentirse importante todas las semanas y eso en el Madrid está muy caro.

Con su calidad y las ganas que le ha puesto en este tramo final de competición el utrerano sería titular en todos los equipos de la Liga menos en uno. Y ahí está el dilema. A su edad salir del Madrid no tiene vuelta atrás e igual merece la pena una última oportunidad de demostrar que la puede romper vestido de blanco. Es muy bueno, ha madurado y tiene ambición. Si decide salir a lo mejor se queda toda su carrera con la duda de saber si tiene el nivel suficiente para ser importante en el mejor club del mundo. Para triunfar fuera tiene todavía tiempo, pero el tren de Chamartín sólo pasa una vez en la vida. Y fuera del Bernabéu hace mucho frío y Ceballos tiene un montón de ejemplos cerca de compañeros que se han ido y se arrepienten todos los días del año...