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El del 'gadgetobrazo' y el del mazo

Un portero y un nueve. A veces el fútbol que muchos "panenkitas" se empeñan en complicar para demostrar supuestos conocimientos, se reduce a lo más sencillo. El Madrid tiene, en este instante, al mejor cancerbero del mundo y al mejor futbolista del momento, que además resulta que se ha hinchado a meter goles desde que tuvo que asumir los galones de Cristiano. Es evidente que a la ecuación hay que sumarle muchos otros factores, pero si los cimientos son así de sólidos todo resulta mucho más sencillo para construir de cara a futuro. La exhibición del belga en París es la más imponente firmada jamás por un portero en la historia de la competición y los goles del francés allanaron el camino cuando la cosa estaba más empinada y creer en la 14 era simplemente un acto de fe. Dijo Carletto que el momento más importante de la Champions lo firmó Benzema con su presión a Donnarumma. Fue el click que cambió el rumbo de la historia y luego Courtois se ha encargado de defender el fuerte.

Ambos están en el momento más dulce de su carrera y recogiendo el premio a años de esfuerzo y capacidad para solventar las dificultades. El galo, que siempre ha sido un mago repleto de calidad, decidió dar un paso al frente en lo físico cuando entendió que había llegado su momento y se ha convertido en la bandera del club y en el guía espiritual del vestuario. Courtois supo apretar los dientes cuando los más escépticos, algunos incluso dentro del vestuario, no terminaban de entender su llegada al equipo. Ahora se han convertido en los pilares fundamentales del club más laureado y envidiado del mundo. A pesar del doblete, la exigencia del Madrid obliga a pensar en retoques que completen una plantilla que ha dado un rendimiento muy por encima de lo esperado, pero, mientras Ancelotti pueda contar con estos dos fuera de serie, su vida y la de la afición serán mucho más sencillas. Y no hay dinero en el mercado que pueda comprar a ninguno de ellos...