Madrid-Betis, Supercopa sin trofeo

Cosas de la vida: la vieja Supercopa, suplantada por una fórmula que a mí me gusta pero muchos discuten, ha encontrado un resquicio para asomar la cabeza. Será esta noche, con el adelantado Real Madrid-Betis, flamantes campeones nacionales. Para algunos, esto plantea una pregunta casi teológica: ¿quién hace pasillo a quién? La respuesta puede encontrarse en el rugby, donde al final de los partidos los derrotados hacen pasillo a los ganadores, que al final del recorrido se ordenan a su vez en pasillo para aplaudir al perdedor. Buenas costumbres que conserva el rugby. Lo de quién antes y quién después que lo resuelvan los dos capitanes.

Partido feliz, Supercopa sin trofeo, pero con su interés. El Betis quiere ser quinto, por amor propio y porque perder ese puesto le haría perder también 7 millones, pues hace años que LaLiga, con buen criterio, prima cada puesto de la clasificación, lo que amortigua la tentación de ofrecer o recibir primas de terceros. El Madrid quiere despedirse con honor, claro, consciente de que esto es una especie de “ensayo general con todo” con vistas a la final del sábado que viene. Lo que tiene enfrente no es el Liverpool, pero sí es el ‘Campeón de España’, título que da la Copa. LaLiga da el de ‘Campeón del Campeonato Nacional de Liga’.

Ancelotti ya anunció que tras las rotaciones de días atrás jugarían los de la final. Más o menos, se puede añadir, porque Alaba aún no está (jugará Nacho) y porque seguro que abrirá un hueco a Marcelo, a punto de recibir la ‘honesta missio’. Él quisiera seguir un año más, pero no creo que lo consiga. El fichaje de Rüdiger (que impone tanto como el toro de Osborne) desplazará a Alaba al lateral, con Mendy como repuesto. Sólo por aplaudir a Marcelo merecerá la pena ir a este partido. Y también por hacer lo propio con Joaquín, que seguirá un año, pero a saber si le volveremos a ver en el Bernabéu. Dos tipos que son pura alegría de jugar y de vivir.