Este Atlético sabe ser agradecido con su gente

Aparte del primer tiempo, me encantó el acto de los jugadores del Atlético con su afición al final del partido. En una temporada irregular, donde el equipo ha estado mejor en Champions que en LaLiga, tuvieron un detallazo, agradeciendo esa infinita lealtad de los suyos llenando el Metropolitano. Es educativo recalcar cuando se hacen este tipo de actos donde divulgar que es de ser bien nacido ser agradecido. Siempre suma. Como debe ser para los de Simeone sumar tres puntos lo antes posible para dejar certificada la clasificación para la Champions. Seguro que lo tendrán más a mano contra el Elche si salen con la predisposición del partido ante el Real Madrid, donde desde el minuto uno presionaron con intensidad, ritmo y ambición.

En este apartado toca destacar a un Kondogbia que, más que zonas, tuvo parcelas de influencia. El francés demostró de nuevo ser el único ‘5’ específico, abarcando mucho campo, robando y contagiando optimismo en la presión. Entre los destacados también apareció Carrasco con su verticalidad y desequilibrio, siendo una constante amenaza para un Lucas Vázquez superado. Una pena que la falta de eficacia lastrase al equipo hasta unos minutos finales de incertidumbre.

Una incertidumbre que despeja Llorente en cuanto juega en su demarcación natural, dejando a Correa abierto, y ofreciéndose entre el central y el lateral zurdo rival para ganar profundidad. El derbi nos recordó que es imprescindible para la temporada que viene potenciar a este equipo con un lateral derecho de buen pie (modelo Trippier, que se asocie y te la dé con ventaja, que sepa organizar el fútbol ofensivo desde la banda) que convierta de nuevo a Marcos en ese futbolista decisivo, ese que la temporada pasada participó en 25 goles, algo inusual en el fútbol europeo en esa demarcación. Toca el miércoles el Elche, toca jugar con la ambición y la actitud del derbi, toca regalar el pasaporte con el sello Champions a toda esa gente que aplaudisteis en el Metropolitano en el pasado derbi. Es de bien nacido ser agradecido.