Xavi presume por estar en Champions

El relato. En ocasiones, es difícil seguir el relato de Xavi. El viernes, como tantas otras veces, dijo en la rueda de prensa que en el Barça, que es “la excelencia”, ganar no es suficiente y que por eso “es el club más difícil del mundo”, esa frase que puso en entredicho hasta Valdano. Anoche, se sentó en la sala de prensa del Benito Villamarín y aseguró que su equipo, que ganó sobre la campana, “tiene alma”, y que sus jugadores no bajan los brazos. A Xavi le ha valido ganar en el 94’ contra el Betis, como le bastó empatar en el descuento en Cornellà y colgarse del larguero en el Reale Arena. Así también se gana en fútbol y, por cierto, con un subidón gustosísimo, sólo había que ver a Jordi Alba celebrar el 1-2 en una imagen que recordó aquella desatada de Rivaldo cuando clasificó cuarto al Barça con aquella memorable chilena al Valencia. Chocante imagen festejar así en el Barça una clasificación para la Champions. Pero también, cruda realidad. Y parte del proceso..., si lo hay.

El proceso. Ese debe ser ahora el trabajo de Xavi. Intentar construir algo más creíble que lo que se ha visto en la parte final de la temporada. Es cierto que el Barça ha sido capaz de ganarle a todos los grandes de LaLiga en la segunda vuelta, pero también que ha dado unos tumbos sorprendentes que obligan a mostrarse escéptico sobre lo que espera en el Barça. De momento, estar en la Champions le da varias bombonas de oxígeno económico. Según explicaba ayer ‘Mundo Deportivo’, 15,64 millones sólo por estar la próxima temporada en la fase de grupos más 34,11 por su tercer puesto en el ranking histórico. A eso sumaría los 52,5 millones que le entregará LaLiga si es segundo; a los que podría sumar 12 millones más si gana la Supercopa. A esos aproximadamente 115 millones habrá que sumarles los que le den las famosas palancas: el crédito de Goldman Sachs, el patrocinio de Spotify o el futuro acuerdo, si se cierra, con CVC. Xavi asegura que tiene el diagnóstico hecho y que hay jugadores que “no son pulcros”. El Barça necesita un lavado de cara en un buen puñado de puestos y eso pasa por una gran venta. En colorines se ilumina el nombre de Frenkie de Jong, pero hay otros que ya no son intocables como Ter Stegen y alguno que a Alemany le importa menos de lo que dice Xavi, como Dembélé. El futuro empieza por Araújo, sigue por Pedri y Gavi y acaba por Ansu. Faltan muchas cosas más, pero si el partido del Villamarín le valió de algo al Barça es para felicitarse por la estrella para el gol que tiene Fati. Su sonrisa es la única que colorea al Barça.