Esta Champions por Marina
De las 81.000 personas que le rodeaban en San Siro, el periodista la eligió a ella. Su compañera de asiento. La niña de los ojos azules ("azules e inquietos"). "Me prestó su mirada para ver la final". En ese Atleti-Madrid dos años después de Lisboa. El gol de Ramos aún cicatriz en el cuerpo de esa pequeña, "de 10, 11 años". El periodista no sabía, pero ella había crecido en el Cerro. No llegaba al metro de altura y ya estaba allí, con sus dos coletas rubias y su lengua de trapo, cantando "Aleeetiii". Un Atleti que entonces no jugaba finales de Champions. Ni siquiera ganaba al Madrid.
Eran los tiempos de Bianchi. De años difíciles agarrados a las pecas y los hombros de otro Niño. Los veranos de Intertotos. La mano que en San Siro apretaba fuerte a su hermano era la misma de la que su padre siempre la había llevado, también periodista, siempre al Atleti. La niña de los ojos azules ("azules e inquietos") había crecido en el Calderón. Y se hizo mayor recibiendo llamadas desde un periódico. "Fernandooo Torreeees", "Antuaaaan Griezmann". Ella descolgaba y escuchaba. Ella descolgaba y sabía. Gol del Atleti. Y así partido a partido.
"El guion de los niños no incluye la fatalidad ni la desdicha", describiría aquel periodista en El Mundo tras el penalti de Juanfran, cuando los ojos de su compañera de asiento se habían vuelto a llenar "desconsoladamente" de agua. "Busqué diferencias entre crueldad e injusticia. No hallé". Recordando esos ojos puros, bellos, con todo por vivir. Hoy otro Atleti-Madrid se juega, tan distinto, pero esa niña que ya es mujer ahí, aunque hoy toque a través de la tele, siempre de la mano del padre. Sus ojos azules e inquietos empujando cada balón. Por la Champions. Por eso que aprendió de las pecas: que lo mejor del Atleti es pelear, es levantarse. "Gracias, Marina. Tus ojos me aseguran que volveremos", finalizaba. "Volveremos", Marina. Sí. Ya eres mayor de edad y sabes que los golpes pasan, por muy fuerte que vengan. Lisboa, Milán. "Volveremos". Que el Richi ya nos está esperando.