Almería y Eibar ponen la directa hacia Primera
Si fuera ciclismo diríamos que Eibar y Almería llevan al Real Valladolid con el gancho. Los de Pacheta aguantan a duras penas el ritmo de los dos primeros, aunque no se resignan a ceder sus opciones de ascenso directo. Pero , a día de hoy, antes de que se juegue el partido con la Real Sociedad B, el Eibar le saca cinco puntos y el Almería cuatro al conjunto vallisoletano. Solo vale ganar al filial donostiarra para dejarlo todo como estaba, una semana más, a la espera del partido de Eibar que va a ser casi definitivo, sobre todo como lo ganen los de Garitano. Lo vengo diciendo y sigo cada vez más convencido: Para que el pUCELA suba de forma directa va a tener que ganar los cinco partidos que faltan, lo que significaría acabar con 84 puntos dejando al Eibar con 83. No es descartable algún tropiezo de los dos de arriba, pero tampoco lo es que lo ganen todo. En ese caso los de Pacheta no tendrían más remedio que ganar a la Real para ir a ganar también a Eibar y salir de Ipurua por delante en la tabla.
Repasando el calendario se observa que quedan todavía algunos partidos con mayor dificultad que otros. El Almería recibe al Amorebieta y viaja a San Sebastián y no será lo mismo si esos equipos se juegan la permanencia o no se juegan ya nada. Ya vimos ayer la autoridad con la que resolvieron sus compromisos los dos primeros de la tabla ante conjuntos como Zaragoza y Burgos que no se jugaban nada. Jugar ante rivales sin objetivos parece lo ideal, aunque ahí está el Valladolid para ser la excepción de esta norma con su partido jugado en Miranda. La visita del Tenerife a Eibar puede ser otro envite complicado para los armeros si los canarios llegan necesitados para sellar su pase a playoff. Todo cuenta, pero lo único que es incuestionable es que ganando se agrandan las posibilidades. Y toca ganar a la Real B en un partido que tendrá un alto grado de dificultad sobre todo por la presión con la que salen a jugarlo los blanquivioletas. Fallar es despedirse del ascenso directo. No hay margen para el error.
La moral de la tropa está algo alicaída en la previa. La agónica victoria del Almería ante el Sporting ha tenido la continuidad de los triunfos de los de Rubi en Burgos y de los de Garitano ante el Zaragoza para desesperación de los seguidores vallisoletanos que veían esos partidos por televisión. Y las distancias se abren con el Real Valladolid esperando a jugar el lunes. El domingo se está haciendo por todo ello bastante largo. Y encima con una tonelada de bajas. Si el Valladolid gana mañana, las cosas se verán de otra forma, ya que para Eibar se recuperará a muchos jugadores y llegará la gran oportunidad de poder cambiarlo todo. Pero hay que ganar mañana, sí o sí, para seguir en la lucha.
Para soportar la dureza de esta Segunda División hay que tener la piel bien curtida. Es una categoría durísima y que no se termina nunca. Pero llegamos a la meta y ahora es cuando no se puede flojear. Ahora hay que echar el resto y poner un ritmo muy alto para llegar al final. Ese ritmo ya lo están poniendo los dos primeros y el tercero, que va con el gancho, debe ponerlo también. Si no lo hace estará condenado a sufrir mucho más disputando el playoff.